LONDRES/ Para recordarlo para siempre La rusa Anastasia Potapova y la ucraniana Dayana Yastremska jugaron la final femenina júnior de Wimbledon y este encuentro vivió uno de los finales más dramáticos que se recuerdan. Hasta dos veces el Ojo de Halcón fue el protagonista cuando Potapova pensaba que ya había ganado el título y tras haberse tirado al suelo llorando festejando el campeonato, debió seguir. Un final único e increíble.
Recordemos Potapova sirve y la devolución de su rival se va afuera. Anastasia se lanza al suelo y llora. Pero Yastremska acaba de pedir el ‘Ojo de Halcón’, que le da la razón porque el saque ha sido largo.
Hay que seguir jugando. De nuevo ‘match point y Potapova lo celebra de nuevo tras un saque que cree bueno… pero que la revisión, que vuelve a solicitar la ucraniana, demuestra que volvió a ser largo. La rusa, visiblemente enfadada, golpea una bola con rabia y grita hacia su box.
«No tenía nada que perder y pedí el ‘challenge’ sólo para verlo…», explicó después Yastremska, que no puso atención a lo que sucedía al otro lado de la red.
Pero Potapova quería el título. Y tras un gran revés, cuando la bola de la ucraniana se marchó fuera, esta vez sí, Anastasia pudo festejar su corona.
Tras la batalla, la imagen más tierna: el cariñoso abrazo que ambas se dieron en la red, recibiendo la ovación del público.
«En la pista luchamos una contra otra pero afuera no hay que estar enfadadas Es sólo deporte así que intento ser amable con todas mis rivales cuando acabamos el partido. No era mi día. Y ella lo mereció, explicó Yastremska.
La tenista de 15 años había errado cuatro puntos de partido y llegaba al quinto, antes de poder cerrar el match y abrazarse a la gloria.