NUEVA YORK: Cada una a su manera, pero unidas al fin. Viernes de las hermanas Wiliams. Arrancó a la tarde Venus al pasar por la joven suiza Belinda Bencic de 18 años y revelación en los últimos meses. La mayor de las hermanas la frenó por 6/3 y 6/4. Y a la noche en un partido complicado Serena que busca su Grand Slam dorado o sea los 4 en el mismo año, supero desde atrás a su compatriota Betanhie Mattek Sands por 3/6,7/5 y 6/0. Además la canadiense Eugenie Bouchard parece haber reencontrado el camino de las victorias. Ganaron también Makarova y Vinci. Keys sorprendió a Radawanszka.
Como decíamos hubo choque generacional entre Bencic, 12ª del mundo y de 18 años, y Venus, la mayor de las Williams, ya con 35 y 23ª del mundo. Y acá hubo victoria de la local, ex-Nº1 WTA, por un 6/3 y 6/4, hilvanando su cuarta victoria ante la helvética en misma cantidad de partidos. Y podría cruzarse con su hermana Serena en cuartos, aunque para eso aún falta.
A la noche llegó el turno de Serena Williams que anduvo de coqueteo con la derrota ante Bethanie Mattek-Sands en la tercera ronda del US Open: Pero reaccionó a tiempo y la supero con parciales de 3/6, 7/5 y 6/0. Un comienzo letárgico de Serena Wiliams, unido al juego alegre y con escasos errores de su rival, creó incertidumbre sobre la continuidad en el torneo de la número uno. Pero la morena Williams reaccionó en el segundo set, pero sus continuos errores con las devoluciones la situaron a dos juegos de la eliminación. Tras adjudicarse este parcial, Serena dominó contundentemente y alcanzó la cuarta ronda, donde espera a su compatriota Madison Keys 19ª sembrada.
Esta sorprendió a la polaca y 15ª Agnieska Radawanszka por 6/3 y 6/2. La local fue mucho más ante una polaca desconocida.
En otro duelo de la jornada, la italiana Roberta Vinci (43ª) venció 6/1, 5/7 y 6/2 a la colombiana Mariana Duque Mariño (96ª), la última latinoamericana en el cuadro principal, que remontó un 3-5 y levantó un match point en el segundo parcial, aunque no le alcanzó. La jugadora de Bogotá, reciente ganadora del oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, también en cemento, buscaba ser la primera de su país en octavos de final de un Grand Slam en 11 años, tras lo hecho por Fabiola Zuluaga. Pero no pudo ser.
A la noche Eugenie Bouchard y Dominika Cibulkova protagonizaron uno de los partidos más entretenidos de la jornada del US Open. Es que hasta 5 bolas de set desperdició Dominika Cibulkova en el primer parcial. La jugadora canadiense remontó un break adverso y dos set-points para forzar la muerte súbita. Una doble falta, una derecha en la línea y una preciosa volea de Bouchard acabaron con las opciones de Cibulkova en el primer set.
Eugenie Bouchard consiguió controlar mejor sus nervios y reducir el número de errores no forzados en el inicio del segundo parcial, pero con 3-1 a favor volvieron las dudas. Cibulkova consiguió 4 juegos consecutivos y finalmente se impuso por 6/4 en el segundo set.
El tercer set continuó con la misma dinámica, y tras colocarse Cibulkova con break a favor en el primer juego, fue Bouchard la que consiguió tomar el control del encuentro definitivamente. Dos rupturas de servicio consecutivas por parte de la jugadora de la canadiense le permitieron dominar el set y cerrar el match por 6/3. En un año que no venía bien la joven canadiense parece de a poco encontrar su juego. Ahora su próxima rival será Roberta Vinci
Por su parte Ekaterina Makarova 13ª favorita derrotó a Elina Svitolina 17ª por 6/3 7/5, en un partido no exento de drama. Makarova solicitó tiempo médico por calambres tras desperdiciar un match point, sólo para ser informada acto seguido que sólo se puede recibir dicho tratamiento en los descansos. Makarova tuvo que recibir ajustes en su vendaje del muslo derecho a mediados del 2º set.
Por último, Kristina Mladenovic derrotó con comodidad a Daria Kasatkina por 6/2 6/3.
La rama femenina va tomando forma, las candidatas en carrera afinan puntería. Por lo pronto las hermanas festejaron cada una por su lado, Venus confirmando vigencia y Serena luchando contra todas por su gran objetivo, cada vez más visible.