LONDRES / Final de la historia, este martes con ese fuego sagrado y balcánico, el león serbio cerro el partido que fue más difícil de lo esperado. Es que hubo mucha lucha, con alta dosis de suspenso. Es verdad que no fue el mejor partido de Novak Djokovic, sin embargo, pudo recuperarse de un mal comienzo ante Kevin Anderson y, tras una doble jornada, está en cuartos de final. Debió remar de atrás.
Ayer lunes, el serbio se enfrentaba con el sudafricano (14º) en otra exposición como último campeón del torneo. Sin embargo, Anderson arrancó afilado y logró llevarse los dos primeros sets en sendos tiebreaks, o muertes súbitas, llegando a estar, incluso, 3-1 en el segundo y hasta llegando a remontar un 2-5 en el tiebreak de ese segundo desempate. Ya en el tercero, claro dominio del serbio, que ratificó la reacción en el cuarto para irse al quinto set.
Por falta de luz, el desenlace quedó para este martes: 6/7 (6-8), 6/7 (6-8), 6/1, 6/4 y 7/5 para el número uno del mundo en un partido que lo tuvo a maltraer. Incluso en el quinto llegó a servir 1-2, 15-40, poniendo en peligro su victoria. Además, su rival conectó 71 tiros ganadores (y 41 errores no forzados), contra 43 y 19, respectivamente, de quien se terminó quedando con el partido. Pero Anderson falló con su saque, cometió 2 dobles faltas en el 5-5 y recibió un quiebre decisivo.
De esta manera, Djokovic, que levantó un partido de 0-2 en sets por cuarta vez en su carrera, alcanzó su 25ª cuartos de final consecutivo de Grand Slam, desde la tercera ronda de Roland Garros 2009.
Recordemos que el sudafricano llegaba tras vencer al argentino Leonardo Mayer, en lo que fue su primer triunfo en sets corridos, para dejar sin latinoamericanos en carrera en el torneo más tradicional del mundo.
El serbio ahora jugara con el croata Marin Cilic, 9º sembrado, que supero al sorprendente estadounidense Denis Kudla (105º del ranking mundial) por 6/4, 4/6, 6/3 y 7/5.
Hoy en la Catedral se terminó la película, con un final previsible, el bueno de la cinta volvió a ser el héroe, mientras el “malo” estuvo a pasitos de dar el golpe. Hay fuego serbio para rato.