MONTREAL / Andy Murray alzó su 11° corona de Masters 1000, como corolario de otra muy buena semana con boleto a las finales Barclays de Londres, como el 2° en hacerlo. El escocés hizo su debut como número dos del mundo derrotando a Novak Djokovic por 6/4, 4/6 y 6/3 y se quedó con el Masters 1000 de Montreal.
Sin duda alguna fue un partido de altísimo nivel (ambos demostrando ser los dos mejores tenistas del momento), en ese contexto el primer set fue bien parejo, pero siempre con el escocés con algo más de aire, al punto de que se adelantó 4-1. Más allá de que el serbio logró empatar en 4 iguales, Murray volvió a golpear para el 6/4 (quebrando por 2° vez en 10 chances), en un parcial en el que dominó con ángulos a los que suele acostumbrar sumados a dosis de potencia y efectos complicados de descifrar.
Del otro lado, con el orgullo herido el número uno del mundo, quebró arrancado el segundo set, para ponerse 2-0. Más allá de que el británico logro emparejar en 3-3, Djokovic volvió a ponerse 4-3, ventaja que ya no dejó escapar en un parcial en el que solo sumó 6 errores no forzados.
Con el arranque del set decisivo, Murray se puso 3-0 y con el serbio sirviendo 0-30, que no se rendía y seguía con vida, haciendo valer con sudor una posible derrota. Por eso, Andy tuvo dos chances para partido en el 8° juego pero el número uno fue profundo para estirar la historia. Ya en el quinto match point (3° con su servicio) Murray pudo capitalizar el triunfo y vencer a Djokovic luego de 8 derrotas en fila. Antes un game interminable que duro mas de 15 minutos con Murray sacando para ponerse 4-1, donde Nole dio todo por el quiebre para colocarse 2-3. No pudo ser.
Recordemos que el escocés llegaba a la final en gran forma por cuatro buenas victorias en sets corridos frente a Kei Nishikori, Jo-Wilfried Tsonga, Gilles Muller y Tommy Robredo, dejando apenas 25 games en cuatro partidos. A tal punto que el único set perdido fue en la final.
Para Murray, Montreal siempre fue especial, dado que firmó su clasificación a las Finales ATP de manera muy distinta al año pasado y ademas desde este lunes regresará al N°2 del mundo después de dos temporadas, lapso en el que llegó a estar fuera del Top 10. Por eso aquí, sumó entonces su tercer título del Abierto de Canadá, el que más veces ganó entre las 11 conquistas a este nivel.
Del otro lado se trataba de un alto desafío para el serbio, invicto este año hasta este domingo en los Masters 1000, con títulos en Indian Wells, Miami, Monte Carlo y Roma. Se había ausentado en Madrid, y justamente ahí se impuso Andy Murray, su rival de este domingo en la final de Montreal.
Djokovic, quien está semana pasó las 250 victorias en Masters 1000 y las 50 en el año (lleva 52), había atravesado distintos estados en estos días. Esta semana tuvo vaivenes que oscilaron con algunos problemas para cerrar su duelo ante Thomaz Belluci, mostró solidez en su debut ante Jack Sock, sintió la presión de Ernests Gulbis en cuartos y ejecutó con contundencia su cruce ante Jeremy Chardy.
Para destacar que Djokovic, quien ganó 10 de los últimos 14 Masters 1000 que jugó (no estuvo en Madrid 2014 y 2015), buscaba saldar una reciente deuda pendiente en Canadá, torneo que ganó en 3 ocasiones pero se le resiste desde 2011. Y así llegar en racha a Cincinnati, único Masters 1000 que falta en sus vitrinas.
Y como decíamos, Murray, entonces, sumó su cuarto título en el año (Masters 1000 de Madrid, Queen’s y Munich) y el N°35 de su carrera. Lo más importante: en plena US Open Series, pone su chapa de candidato de cara a Nueva York.
Un domingo donde el fuego serbio no alcanzo para evitar que “el escocés volador” parara de volar.