LONDRES: Una historia poco común y con mucho de cine y porque no de la
vida real.
Los australianos Sam Groth y James Duckworth se enfrentaron este jueves
en la segunda ronda de Wimbledon. El resultado apenas tendrá repercusión
mediática a nivel internacional, pero este duelo esconde una historia única:
Groth y Duckworth son amigos, comparten entrenador y conviven durante el
torneo en un piso de alquiler en Londres.
El diario australiano WA Today recoge declaraciones de los protagonistas.
“Es interesante, puede haber un ambiente un poco tenso en la casa durante
los dos próximos días. No sé lo que va a pasar. Él podría encerrarse en su
habitación y yo en la mía”, ha dicho Groth, acompañado en el piso por su
novia.
“Viajamos juntos, entrenamos juntos y somos buenos compañeros. Tengo
que intentar no actuar como si jugara contra un amigo, sino como si fuera
otro partido que siento que puedo ganar”, añade Sam. Ben Mathias,
entrenador de ambos, ya ha adelantado a sus jugadores que no seguiría el
partido desde la grada, sino a través de la televisión de un pub.
“Me gustaría que Sam me preparara el desayuno. No puedo imaginarme la
tensión que habría en la casa si jugáramos la final”, dice Duckworth. El
premio de la victoria (alcanzar la tercera ronda de Wimbledon) tiene un
aliciente añadido: la posibilidad de enfrentarse a Roger Federer si éste
supera a Sam Querrey.
“Intento no pensar mucho más allá, pero sería una experiencia increíble
jugar contra Roger, y ojalá fuera en la pista central», comenta Groth, que ya
se enfrentó al suizo en el pasado US Open. Los compañeros de James
Duckworth y Sam Groth se enfrentaron este jueves en la hierba del All
England Lawn Tennis Club. Y sólo uno volverá a casa con el derecho a jugar la
tercera ronda de Wimbledon, tal vez contra el legendario Federer. Historias
que son únicas y en Londres tienen presencia .Por eso lo de amigos son los
amigos.