Roland Garros sigue siendo feudo de Nadal

El español llegó a 13º Copa de los Mosqueteros y 20 trofeos de Grand Slam junto a Federer. Djokovic fue una sombra tenue.

Rafael Nadal
Rafael Nadal

PARIS /  Muchos dirán que no  quieren saber nada del número 13, otros afirmaran que da igual, lo cierto es que este domingo en París, en el mítico Roland Garros, en  la cancha  central de la Philippe Chatrier, el español volvió a asombrar, deslumbrar y aniquilar sin dudas al serbio y nº1 del mundo Novak Djokovic en sets corridos con parciales de 6/0, 6/2 y 7/5. Dos primeros parciales arrasando y él 3º con un poco más de equilibrio. En este contexto el mallorquín siguió batiendo récords como la 13ª Copa de los Mosqueteros, su 20 Grand Slam y su 60º trofeo en tierra batida, por delante de Vilas con 49, Muster con 40 y Borg con 32.  Otro récord a seguir batiendo ya que los otros han sido parte ya de la historia retirados.

Pese a que Nole intentó poner su sello con los drops que tanto resultado le dieron, esta vez fueron incapaces de frenar al aluvión que fue  Rafa atacando con su derecha y defendiendo con su revés. Así abrió ventaja de 3-0, y pese a que el serbio intentó reaccionar, el español no le dio la más mínima chance y cerró el 1º set con un rotundo 6/0.  Para Rafa era el 20º 6/0 en París,  y el 1º desde que Gaudio lo estampara ante Coria en el 2004, otro que lo había hecho había sido Vilas en 1977 ante Gottfried. Uno miraba a Nadal transitar la cancha con un dominio absoluto y en contracara al serbio deambulando por la pista siendo una mera sombra de lo que es su juego. Demoró 54 minutos el nº1 del mundo en ganar su 1º juego, demasiado para una final. El 2º set mostró a un serbio en alza y si bien la ventaja en números hablaba de una gran distancia, la realidad era que 8 de los 10 primeros games se decidieron después  de estar iguales.

En el 3º set el serbio logró ponerse por delante en el marcador 4-3, para luego estar 5-5, pero el balear no estaba dispuesto a alargar el match, mucha lucha entre los dos pero Rafa cierra el marcador con 7/5. Y allí dejó que la adrenalina acumulada hablara por él en este Roland  Garros atípico por la pandemia y el calendario. Los brazos arriba la sonrisa que lo decía todo. Para el “Cid Campeador del tenis” no había dudas, Roland Garros sigue siendo “feudo” de Nadal y el balear celoso custodio de la “Torre Eiffel“. Este presente dice que por muchos años más.