Marco Trungelliti, tenista argentino N° 179 del ranking ATP, optó hace unos años junto a su esposa radicarse en Europa por una cuestión de logística para su profesión.
¿A qué edad empezaste a jugar al tenis?
Empecé en el tenis con mis padres y en el frontón cuando tenía entre 4 y 5 años. Mi primer entrenador se llama Enrique Guldberg y básicamente comencé a jugar porque veía a mis papás hacerlo. Pasábamos tiempo en el club entonces como que haces deporte porque esta todo al alcance y otro poco para no aburrirte de esperar a papá y mamá.
¿Cómo fue tu etapa de juniors a profesional?
Yo no jugué mucho juniors porque no tengo conocimiento real de ser «ganador» en una categoría y pasar a otra de un distinto nivel. Recuerdo que me costó un año y medio ser competitivo a nivel futures y otro tanto más en challengers. En lo tenístico no notaba tantas diferencias pero sí en lo físico, mental, madurez dentro y fuera de la cancha.
¿Y tu adaptación a nivel ATP?
Para mí los niveles en el tenis se diferencian principalmente, una vez llegado a cierto nivel tenístico, en la parte mental y también de acuerdo a la cantidad de torneos que puedas jugar en el año. La mayoría juega entre 28 y 32 semanas y esta claro que cuanto mejor llegues a cada una de esas semanas, tanto mental como físicamente, mayores son tus chances de generar buenos resultados. Es muy difícil hacer lo que hacía Federer, Nadal o Djokovic que jugando 20 semanas en el año tienen unos resultados magníficos.
¿Qué los hace distintos a tenistas de la clase de Juan Martín Del Potro, Marin Cilic ?
Estos jugadores tan buenos se manejan en una atmósfera que los normales, y los no tan normales también, no podemos. No sé si es transmitible lo que se ve pero va todo de la mano, desde seriedad, profesionalismo bajo toda circunstancia y, para mí, una capacidad de aislarse del mundo exterior a la hora de competir que es impresionante.
¿Qué es lo primordial que necesita un jugador para afrontar el nivel ATP? ¿Cuál es tu opinión respecto al tenis que se juega hoy en día?
Mente y continuidad es lo que yo considero que se necesita para estar en un nivel alto. Continuidad que también se puede ver interferida por lesiones, algún problemita familiar, etc.
En cuanto al tenis presente, no es algo que me de satisfacción al verlo en relación a estilos, pero lo físico y lo mental siempre impresiona y creo que la cosa va un poco por ahí. Las condiciones también van cambiando, ahora se requiere más peloteo que antes y entonces la preparación es sencillamente distinta. Después ya esta en los gustos de cada uno.
¿Cuál es tu perspectiva sobre las apuestas en el circuito?
En el tema apuestas hay mucha contradicción y me da la sensación de que las organizaciones están cómodas teniendo ese circuito corrupto paralelo. No veo una actitud aferrante y seria a la hora de erradicar el problema, por lo que es mucho más grande que solo jugadores y entrenadores vinculados.
¿Algún torneo que recuerdes de tu paso por Uruguay?
Siempre es un muy lindo torneo, soy muy amigo de Ariel Behar, de quien me alegro muchísimo que le esté yendo tan bien en dobles. Uruguay tiene algo que a mucha gente le genera simpatía, tal vez sea su gente, comidas o costumbres pero creo que todo hace a sentirse bien en ese país.
