La última palabra no está dicha. Serena Williams, la número uno mundial, ha anunciado hoy que no volverá a competir en 2015. De este modo, el mayor icono del tenis femenino cierra el año con un ‘portazo’ al torneo Premier Mandatory de Pekín y al WTA Finals de Singapur.
“No es un secreto que he jugado lesionada la mayor parte del año en mi codo, mi rodilla, o en los últimos momentos tras cierto partido en Flushing (su derrota ante Roberta Vinci en las semifinales del US Open), mi corazón”, ha declarado la tenista.
“Quiero competir lo mejor posible durante el mayor tiempo posible. Me retiro de los torneos de Pekín y Singapur para mejorar adecuadamente mi salud y tener tiempo de recuperarme. Planeo volver a entrenarme y a participar en partidos de exhibición a final de año”, ha explicado Williams.
Micky Lawler, presidenta de la WTA, se ha mostrado condescendiente con esta decisión. “La salud de Serena tiene que ser su prioridad número uno. El riesgo de lesión es una realidad en el mundo del deporte de élite”, ha declarado.
Sin embargo, unos días antes de este anuncio, el entrenador de Serena, Patrick Mouratoglou, contemplaba la posibilidad de que su jugadora terminara la temporada por otro motivo. “Después de este año y los tres Grand Slams que ganó en 2015, la pregunta es lo alta que es su motivación para jugar los próximos torneos. No creo que ella debe jugar si la motivación no es lo suficientemente alta. Cuando la motivación vuelva, que no dudo que volverá, será el momento de empezar a competir de nuevo».
Al margen de la legitimidad de las razones que han llevado a Serena a tomar esta decisión, el reglamento de la WTA obliga a la número uno a asistir a Singapur durante el ‘torneo de maestras’. En el Título IX, sección A, capítulo 1, la normativa indica que una jugadora clasificada para el WTA Finals “debe asistir y competir”.
El apartado ‘e’, titulado ‘Jugadoras que no puedan competir’, indica lo siguiente: “Cualquier jugadora clasificada que no pueda competir, debe asistir al torneo durante un mínimo de dos días completos (un mínimo de tres horas cada día) en actos promocionales para el beneficio de la WTA y/o el torneo”.
La baja de Serena Williams en Singapur conlleva una sanción deportiva y en caso de no asistir al WTA Finals, la tenista estadounidense recibiría una fuerte sanción económica, según recoge el apartado ‘f’: “Las jugadoras clasificadas que no asistan y compitan, o no asistan para la promoción del torneo, serán objeto de una sanción de 125.000 dólares en el cuadro individual o de 25.000 dólares en el cuadro de dobles…. Además, las jugadoras clasificadas que no compitan recibirán automáticamente 0 puntos por el torneo, que contarán en el ranking como uno de sus 16 mejores resultados”.
Serena, centrada en los Grand Slams, ha dicho ‘no’ al torneo que simboliza la joya de la corona de la WTA, pero la normativa le invita a viajar a Singapur. ¿Cuál será el final de esta novela?