Nadal vuelve a ser Nadal; Wawrinka le cortó el vuelo a Murray

Dos tenistas que ganaron con imágenes y sensaciones diferentes. El español cada vez más cerca de él mismo, el suizo buscando llegar al final del año como lo empezó.

Stanislas Wawrinka derroto a Andy Murray en el cierre del Grupo Ilie Nastase
Stanislas Wawrinka derroto a Andy Murray en el cierre del Grupo Ilie Nastase

LONDRES / Un viernes con triunfos y boletos a semis en la mano. Empezando por el español que viene redondeando una gran semana estando muy cerca de sus mejores tiempos, luego con Wawrinka que bajo a tierra al escocés Murray.

En inicio de la jornada Rafa Nadal se impuso a David Ferrer en un gran partido por 6/7, (2-7) 6/3,6/4. En la última jornada del round robin de las ATP World Tour Finals, sin incidencia en la clasificación, ambos ofrecieron un monumento de intensidad, esfuerzo y calidad que revitalizó el torneo. Se lo llevó Nadal tras reaccionar, demostrando que su puesta a punto ha terminado, y cuya preparación para enfrentar a cualquier rival está más cerca que nunca de ser algo consumado. Mañana sábado, tendrá una prueba definitiva.

El partido más intrascendente de esta Copa de Maestros resultó ser el más ajustado. Con momentos propios de un cruce por un título, Rafael Nadal y David Ferrer tuvieron una cita más que notable; intensa, orgullosa, vibrante y con constantes alternativas. Inspirados ambos y sin guardarse nada el O2 contempló un duelo que abrillanta un torneo que va de menos a más, en la víspera de todo lo importante que le queda a esta temporada 2015.

En una hora clavada, luego de 6 breaks y una muerte súbita, terminó un primer set con dos partes muy definidas. Un arranque muy rápido a favor de Nadal, con muy buena intensidad de sus golpes y un David precipitado, heredando el nivel mostrado en los dos primeros encuentros. Desde allí  el alicantino dentro de un parcial donde los servicios no pudieron sujetar cada ventaja lograda, entró en combustión y ofreció el nivel que tanto ansiaba en los días previos al comienzo del certamen.

La energía iba alimentando la del de enfrente, así que la igualdad era la única opción. Suelto, ligero y valiente, Ferrer comenzó a ganar tiempo a cada pique soltando la mano con aceleración, tirando paralelos con una confianza pasmosa y jugando un tenis muy agresivo. Con un juego opuesto a lo ofrecido durante la semana, David movía a Rafa con golpes de mano, anticipándose y atacando de frente para dominar. Ferrer buscaba y hallaba el camino: quería que los puntos dependieran de su juego. Tras ceder los 3 primeros games, David se colocaba 4-3.

Nadal, que sin brillar estaba compitiendo de tú a tú, necesitó ajustar determinados parámetros en el 2º set 7 ganadores y 18 no forzados fue el bagaje en la de apertura. Ante eso, Rafa dio un paso al frente. Y ahí mostró un nivel fantástico. A pesar de conectar un 46%  de primeros saques, el mallorquín aprovechó  los 11 de David entre ganadores y errores no forzados, para realizar un set sin dudas, muy dentro de la cancha cambiando direcciones con la pelota en plena ascensión. Un riesgo medido y sostenido por un nivel competitivo y de confianza que, más allá de cierta irregularidad, deja a Rafa visiblemente mejorado. Motivos de claro optimismo.

Los errores, fueran de la magnitud y cantidad que fueran, parecían justificados dada la intensidad y la predisposición a competir que ambos mostraron. Por momentos el choque rozó lo monumental, pues Nadal jugaba en menos de un día una semifinal ante el número 1 y Ferrer parecía querer compensar por todo lo nublado que su tenis mostró anteriormente. El primer juego del parcial decisivo se fue a los 14 minutos, haciendo del partido el más largo del torneo.

La adrenalina se apoderó de la escena y creció hasta su desenlace. Un Nadal muy entero, con una enorme seguridad y control del partido, terminó rompiendo en el 9º juego. Allí se terminó la historia.  El  “Cid” Nadal cerró con pleno su grupo y completó su recuperación en su gira menos agradecida históricamente. Ahora jugará por el pase a la final desarrollando un tenis equilibrado. Justo lo que buscaba y predicó.

Y LA GUARDIA SUIZA BAJO AL ESCOCÉS VOLADOR.

Es que Stanislas Wawrinka derroto a Andy Murray en el cierre del Grupo Ilie Nastase por 7/6 (7-4) y 6/4 y sello su ticket a semis donde lo espera su compatriota Roger Federer. El británico deja Londres con la ilusión rumbo a Gante para jugar la final de la Copa Davis.

El O2 no es tierra de Murray. El ídolo local suma otro año de su carrera sin triunfar en el torneo de maestros. La final de la Copa Davis, en la que Andy liderará a Gran Bretaña frente a Bélgica sobre tierra batida el próximo fin de semana, suponía una encrucijada para el escocés. Tras un período de incertidumbre, Murray se presentó en el World Tour Finals con una preparación atípica que reflejaba su preferencia por la competición por países.

Desde el otro lado de la red, la fuerza bruta de Wawrinka no le concedía margen de error este viernes. Murray apostaba por golpes altos y profundos que destaparan la inconsistencia del suizo. Proponía un partido de desgaste en el que sus piernas y su cabeza luchaban contra la poderosa raqueta de Stan. Pero el florete de la Guardia Suiza estaba filoso

El tenista de Lausana imponía su agresivo patrón de juego y Andy, contragolpeador por naturaleza, quedaba expuesto a los aciertos y errores de un rival con mayor pegada. Un guión similar al de su derrota ante Kevin Anderson en el pasado US Open.

La innata capacidad de anticipación de Murray y su tenacidad en la pista le concedían momentos de euforia, pero la raqueta de Wawrinka siempre tenía la última palabra. El británico soportaba la dureza de la batalla. Sin embargo, su precipitación le condenaba en el desenlace del primer set.

Comenzaba el monólogo de Andy en su diván, mientras la inestable mente del suizo se agrandaba en el O2 Arena. Una lucha donde las mentes se vestían de certezas. La superioridad de Stan en el segundo parcial se acercó a la categoría de recital, pero su fragilidad reapareció, y la combatividad del británico creó suspense en un duelo que parecía estar finiquitado. El suizo llegó a sacar 5-2, pero el escocés quebró, y a seguir conservó su saque para ponerse 4-5.

Murray amagó con la remontada, pero Wawrinka resistió a su crisis interna.  Allí entre el diván de Andy y el tobogán de Stan prevaleció este último. Por tercer año consecutivo, el suizo protagonizará una semifinal del torneo de maestros. Andy, otra vez derrotado en Londres, baja a la tierra de la Davis. Uno sigue aquí el otro va por otro sueño.