NUEVA YORK / La Gran Manzana y Nueva York se visten de colores franceses. Con el arribo a 4º de final de 3 representantes galos, la alegría y las expectativas cruzaron el Atlántico. Este martes en choque puramente galo, el moreno showman derrotó a su compatriota y en ascenso Lucas Pouille por 6/4, 6/3 y 6/3 y arribó a la instancia de semifinales. Analizando esta victoria percibimos que nada sucede por casualidad, todo tiene un porqué. En Roland Garros 2008 Monfils alcanzó las semifinales. Hoy 8 años después llega a esta instancia aquí. Es más desde Wimbledon el galo acumula 19 triunfos y 2 derrotas. Esta temporada se quedó con el ATP 500 de Washington. Volviendo al partido, apenas 1 vez se habían encontrado Monfils y Pouille, sin embargo la mayor experiencia del moreno atleta volcó a su favor el match. Es cierto que Pouille llegó con un cansancio extra por el extenuante partido ante Nadal, quizás por allí el resto físico también influyó. De esta manera Gael dominó sin mayores problemas. Los números lo ameritan 13 aces y 34 winners un 85% de efectividad con el 1º saque, concreto 4 de 9 chances de ruptura.
Ahora espera al serbio que derrotó a Tsonga por retiro con parciales de 6/3 6/2 y abandono. Si bien en la previa se pensaba que Tsonga podría crearle problemas, esto no sucedió, Nole estuvo seguro, y sin ser brillante ni el Novak que conocemos, le bastó para estar en semifinales en un US Open que ha sido benevolente con el nº1, ya que más de una vez sus rivales abandonaron. No fue preciso esforzarse mucho, bastó con poner parte de su juego. La expectativa de verlo jugar y exigirse queda en él debe. Ahora Monfils puede ser su examinador más exigente. Las luces de Flushing Meadows se van apagando, y él nº1 está en semifinales, Francia por su parte tiene el otro semifinalista.
