Federer, la «leyenda viviente», campeón del Australian Open

Es eterno y sigue escribiendo nuevas páginas más allá de la imaginación. Llego a su 20º Grand Slam. Federer el rompe estadísticas.

Roger Federer campeón del Australian Open 2018
Roger Federer campeón del Australian Open 2018

MELBOURNE.  Sin dudas el suizo es interminable, más allá de la imaginación, cruza las fronteras de lo desconocido. Este domingo en Melbourne Park sumó su 20º Grand Slam y además aquí llego a las 6 conquistas igualando  a Roy Emerson y Novak Djokovic. Uno de otra época, el local, el otro contemporáneo el serbio. En la final muy emotiva por cierto superó al croata Marín Cilic por 6/2 6/7 (5-7) 6/3 3/6 6/1. Tras 3 horas 3 minutos de intenso  desgaste. En este contexto el suspenso y la emoción pasaron por arriba del nivel técnico. Es que cuando todo parecía estar en manos del helvético Cilic volvía de las cenizas y plantea incertidumbres, pero al final la precisión suiza y su historial marcó una nueva marca y un hito en la historia del tenis.

Los números marcan la tónica del partido. El suizo conecto 24 aces cometió 4 dobles faltas, sumo 41 winners, tuvo un 60% de primeros servicios de los cuales gano el 80% , 58% con el 2º, concreto 6 de 13 chances de rupturas. Ganando un total de 152 puntos. Ya el croata conecto 16 aces pero sumó 5 dobles faltas, tuvo un 62% de primeros servicios de los cuales ganó  69% y con el 2º 51%. Logro 45 winners 4 más que Roger, pero concreto 2 de 9 chances de ruptura. En total ganó 128 puntos.

En el inicio Roger arrancó como un bólido de F1 y en 24 minutos se llevó el 1º set. Para el 2º aflojo el suizo su andar, al tiempo que Cilic se metía en el partido, 7/6 en muerte súbita para el croata. Volvió “Sir Roger” a mandar, ajusto su saque y un 6/3 para cerrar ese parcial y acercarse a su 20º Grand Slam. En el 4º parecía la fiesta pronto, Roger logra ruptura y se encamina a la gloria, pero Marín da pelea y gana el parcial por 6/3. Incertidumbre y  todo al 5º set. Pero allí se acabó el suspenso, su “majestad” impuso su libreto, dio cátedra y con un 6/1 desato la euforia. Y quizás la muestra más elocuente de este fuera de serie hayan sido las lágrimas de emoción al final, un ser de otra galaxia con el tenis y muy humano a la hora de celebrar.  El 20º Grand Slam en sus manos, 6º aquí igualando a Emerson y Djokovic y dejando claro que  su “Majestad” “Sir Roger es una leyenda viviente  haciendo camino al andar” como diría Machado.