LONDRES / Un cierre perfecto para un gran torneo. 3º Grand Slam del año y la Catedral que tuvo un avant-premier con la función de gala a cargo del más completo de todos los tiempos.
Es que Roger Federer superó la oposición de Andy Murray en la segunda semifinal de Wimbledon con parciales de 7/5-, 7/5 y 6/4 De esta manera Sir Roger alcanza su 10ª final en la hierba londinense y espera otra oportunidad de agrandar su leyenda este domingo ante Novak Djokovic. El serbio derroto al francés Richard Gaquet.
El aroma de partido grande quedó refrendado cuando Federer y Murray empezaron a intercambiar raquetazos en la pista central del All England Lawn Tennis Club. El público se mantenía fiel al tradicional silencio sepulcral de la ‘catedral del tenis’. No volaba una mosca, había tensión y respeto en la contemplación de la excelencia.
Desde el vamos los primeros servicios congelaban el desenlace del partido e impedían cualquier rebelión de las devoluciones. Murray, atropellado por Federer en sus dos últimos enfrentamientos, se comportaba con un talante más agresivo con el objetivo de evitar otro recital del tenista suizo.
Federer, fiel a su patrón de juego, alternaba con acierto el revés plano y el cortado, un plan casi siempre efectivo ante el tenista británico. Llegado el momento de definir el dueño del partido, Murray no mandó con el saque, y las subidas a la red del escocés buscando el revés de Federer encontraron una respuesta contundente que decidía el primer set. Con gran variedad y exquisitez el helvético desde la devolución lograba las rupturas.
El paso de los minutos reflejaba otra realidad. Lograr quebrar el servicio de Federer en Wimbledon es una hazaña que sólo Gilles Simón ha logrado (1 vez) durante este torneo. Murray, acreditado como uno de los mejores devolvedor del mundo, apenas lograba inquietar la estabilidad del suizo con su saque.
Además, Roger se convertía en dominador de los intercambios neutrales. Murray se defendía como un león herido, llegamos al game bisagra del 2º set con 4-5 Andy saca 0-40 y salva cinco puntos de set que enardecieron al público local. El escoces logra mantener su saque iguala en 5 pero en el 12º game sufre el break. Sin embargo, la mente de Federer se mantuvo imperturbable tras esa sucesión de oportunidades perdidas. El ‘maestro’ suizo seguía dando su clase en el césped y Murray caía en lo inevitable.
Federer, con un 76 por ciento de acierto en el 1º servicio, resultaba incontestable. Y Murray intento todo, pero enfrente estaba un suizo soberbio que no dio la más mínima posibilidad. A un mes de cumplir 34 años, Roger se concede otra oportunidad de lograr su 8º trofeo de campeón en Wimbledon y su 18º título de Grand Slam. Su estrella sigue deslumbrando en la Catedral. Este viernes dio un avant premier de una función de gala con su sello.
UN FUEGO BALCANICO DEL OTRO LADO.
Un rato antes Novak Djokovic el “león serbio” se convirtió en el 1º finalista de Wimbledon 2015. El de Belgrado venció a Richard Gasquet en sets corridos por 7/6 /7-2) 6/4 6/4 llegando a su cuarta final en Londres y en su 17ª final de Grand Slam en su carrera. El serbio fue demasiado para un Gasquet que dio batalla pero que en todo momento dependió del nivel de tenis de su oponente.
Tras doblegar a Dimitrov en tres sets, a Kyrgios en cuatro y a Wawrinka en un 5º parcial definido tras 20 juegos, Gasquet afrontaba la semifinal con la dificultad de prolongar un alto nivel de agresividad y acierto durante mucho tiempo y ante el número 1. Una misión de una extraordinaria dificultad. Por eso cuando Djokovic le rompe al francés en su primer turno de saque, el espectador murmura lo que tantas veces ocurrió cuando Richard choca con uno de los grandes. Sin embargo, casi sin apenas precedente, y al menos durante los 12 primeros juegos, Gasquet se muestra capaz de afrontar temporalmente la empresa.
Se puede afirmar que, hasta el 6-6, el discípulo de Grosjean domina los intercambios desde la línea de fondo. Comete menos errores , mientras Djokovic se va hasta los 13, por los 5 del francés- y combina con precisión el drive cruzado con efecto y el revés paralelo agresivo, tocado hacia delante y anticipándose al pique sumando riesgo pero aceptando la escapatoria de los ritmos medios del balcánico. Nole se ve superado de igual a igual, así que va mezclando con puntos cortos, subidas a la red, soltando más la mano (19 ganadores) y obteniendo puntos gratis con su servicio (5 a 1 para el serbio).
Y llega el momento de inflexión. La muerte súbita momento que describe y determina el pulso mental, no existe. Gasquet comete tres errores claros y cede el primer parcial. La lógica se impone y el mando del encuentro pasa a manos de Novak. Cuando eso sucede, la sentencia se va dictaminando lentamente. El rival tiene que sobreponerse al golpe, quitarse lastre y comenzar a ser certero mientras realiza un sinfín de cosas bien. Y Gasquet, como la inmensa mayoría, patina. En su caso es más notorio porque carece de una gran defensa y su ataque no es diferencial.
El servicio del número 1 sigue afinado (otra vez 5 aces), lo que facilita que más tranquilo y con set arriba, su juego de fondo se estabilice. Vuelve el Novak que juega con un paso dentro, empuja a Gasquet hacia el muro y cambia direcciones sin contrarréplica: 15 ganadores, 6 errores no forzados. Aun siendo atendido de su hombro izquierdo en dos ocasiones, Nole consigue romper con relativa facilidad en el 2º y 3er set, sin recibir ningún aviso de peligro de parte del galo, que deja destellos pero se aleja del nivel del primer set, cuando gobernaba todo lo jugado con variedad de tiros. El mosquetero francés no es el mismo, sus estocadas no lastiman.
Cumpliendo los pronósticos y sin necesidad de apretar el acelerador, Djokovic se planta en su tercera final de Grand Slam en 2015, con el servicio afiladísimo, tanto a lo largo del encuentro como en momentos importantes. De esta manera luchará por su 9ª corona Slam; tercera en Wimbledon, registros más que importantes entre las grandes leyendas de este deporte. Pero claro que enfrente estará otra leyenda que hoy volvió a dar cátedra de tenis, mostrando un manual digno de una función de gala.
Este domingo la fiesta será total.