BEIJING / Las palabras y los adjetivos no dan a basto. Cuesta encontrar el término justo para definir a este guerrero de otro mundo. Es que Novak Djokovic cerró su semana fantástica en Beijing con su 29º triunfo consecutivo en su torneo fetiche. Es el único donde ha logrado 6 coronas y donde nunca ha perdido un encuentro. Como sucedió en el 2013, Rafael Nadal el “Cid del tenis volvió a ser la víctima en la última cita de la competición y perdió con parciales de 6/2, 6/2, El otrora rey de la arcilla fue incapaz de hacerle daño a un serbio que ha cedido 18 juegos en cinco duelos, que vive un momento letal de inspiración y una fortaleza mental que le sitúan como un jugador casi invencible. Por eso lo del titulo.
Una pincelada pinta el duelo., Por muy distintos que sean los caminos hasta la final, un Djokovic-Nadal no deja de ser un Djokovic – Nadal. El partido más repetido de la historia del tenis iniciaba su sesión número 45 entre los dos hombres que en su día lograron arrebatarle la supremacía a Roger Federer. Una supremacía que ahora es privilegio del serbio, quien no quiso saber nada de igualdad ni de sufrimiento y decidió empezar la velada con una ruptura a favor. En contra cara para Nadal nunca fue plato de buen gusto empezar un partido con el saque pero mucho menos lo es si tu rival te lo arranca. A contracorriente desde la primera bola, el español luchaba para recuperar el terreno cedido pero al otro lado de la red se encontraba un animal indescifrable.
Por su parte Novak se veía con las armas, no solo para ganar, sino para hacer daño abriendo una brecha en el marcador ante el jugador que más veces le ha ganado en su carrera. Una oferta demasiado jugosa para dejarla escapar. A base de palos y una tremenda defensa, el balcánico instaló otro break en el marcador y cerro así el primer parcial por 6/2.
Toni Nadal respiraba profundo en el banquillo, sufriendo por ver a su pupilo falto de ideas pero con una gran actitud. Porque Nadal puede llegar todo lo mal que se imagine la gente, que con Djokovic enfrente siempre acaba sacando lo mejor de su raqueta. Solamente que, en este momento, ya no es suficiente.
La impotencia que vivía el de Manacor, tras haber hecho un gran primer set y perderlo con dos juegos en su haber era la impotencia generalizada de un circuito que desconoce dónde se encuentra el punto débil del actual n° 1 del mundo. Todo eso volvió a plasmarse en el 2° set, con Djokovic apretando en ocasiones a su oponente hasta el extremo y otras bajando el gas de su motor. No importaban las revoluciones, ni los cambios ya que el volante estaba en su mano y las ruedas de la final giraban hacia donde Nole deseaba. Poco pudo reprocharse un Nadal que sumó su octava decepción del año ante un top10 y se marcho con la percepción de seguir muy lejos de su propio nivel y mucho más del de su máximo enemigo. Para muestra basta un botón, 6 citas y 6 coronas en Beijing, 8° copa del año y a solo 2 del record de aquel mágico 2011, como plus Nole logro su victoria 150 ante tenistas Top 10. Lleva 23-4 en el año. Su supremacía es tanta que del otro lado sienten que nadie puede con el, ni los buenos, los regulares ni los mejores. Un domingo más con la copa en las mismas manos, la foto es la misma, apenas el lugar cambia. La sonrisa ya patentada del serbio, al tiempo que los otros se preguntan como hacer para vencer a este ser de otro planeta…..la respuesta tiene un nombre, hay Highlander para rato.
POSPISIL – SOCK CAMPEONES.
La pareja norteamericana integrada por el canadiense Vasek Pospisil y el estadounidense Jack Sock se coronaron campeones al superar a los 4° sembrados Daniel Nestor y Edouard Roger Vasselin por 3/6,6/3 y 10-6.