Del Potro vuelve y se va… La torre de Tandil prepara su despedida

En su vuelta al circuito en el Argentina Open el tandilense ya palpita su adiós al tenis, que tanto ama y el cual lo verá alejarse.

Juan Martin del Potro / Foto EFE
Juan Martin del Potro / Foto EFE

BUENOS AIRES / Hay momentos que marcan un antes y un después, y este es uno de ellos. No como todos imaginaban, incluido el propio Delpo, pero la realidad marca otro capítulo.

Es que  luego de 965 días del último partido oficial de Juan Martín del Potro (el 19 de junio de 2019, sobre el césped de Queens, tras vencer a Denis Shapovalov por 7/5 y 6/4) volverá a disputar un evento del ATP Tour este martes ante Federico Delbonis en el Argentina Open. 

Pero no será un partido más, según anunció este sábado en conferencia de prensa. “Tal vez sea más una despedida que una vuelta”, comentó quebrado entre lágrimas.

Del Potro, a los 33 años, aseguró que su estado de forma estará lejos del ideal, y pese a tener constantes dolores en la rodilla eligió darse una oportunidad más, al menos esta próxima semana y la siguiente en Río de Janeiro, siendo sincero y realista sobre su futuro y un potencial adiós a las raquetas. 

«Si soy honesto tengo que decir que no vengo por una vuelta milagrosa como en otras oportunidades. Sé las limitaciones que tengo con el físico y veremos más adelante”, dijo un Delpo visiblemente emocionado y aseguró: “Voy a jugar y no veo la hora de entrar en la cancha el martes. Lo que estoy viviendo es para lo que me operé la última vez (…) No podía pedir otro rival que no sea Fede, juntos compartimos los días más felices”, dijo en relación a su próximo rival, Federico Delbonis, No. 41 del ranking. 

Luego de una pretemporada en su ciudad Tandil en el club Uncas y junto a su formador Marcelo Gómez, Del Potro llegó a Buenos Aires para seguir con la evolución pero las molestias han continuado: “Lo deportivo está al margen. Voy a querer hacerlo de la mejor manera y no quería que mi retiro sea en una conferencia si no en un torneo y en la cancha”, siguió Delpo, que tiene pensado disputar también el ATP 500 de Río.

Por último, el Campeón del US Open 2009 y de otros 21 trofeos ATP Tour volvió a emocionarse al contar que para su debut en Buenos Aires estará presente en el Buenos Aires Lawn Tennis su madre, Patricia, en el BALTC. “Nunca me vio en un torneo”, recordó y volvió a quebrarse. “Si soy honesto, tengo que decir que no vengo por una vuelta milagrosa como en otras oportunidades. Sé las limitaciones que tengo con el físico y veremos más adelante. Vengo haciendo demasiado esfuerzo para poder seguir adelante y la rodilla me tiene viviendo una pesadilla”.

«Llevo dos años y medio que duermo con dolor. Yo a Tandil manejaba tres horas y media en auto y ahora tengo que parar para estirar la pierna a mitad de camino. No me gusta pero es lo que me toca. Mi lucha pasa por la salud y por ganar calidad de vida”, sentenció. 

No obstante, Del Potro eligió quedarse con lo positivo de las últimas semanas. “El tiempo dirá cómo me acomodo, cómo sigue mi salud (…) Sentí que podía ser ahora o nunca más. En estos años nunca pude entrenarme como en estos últimos 3 meses. Bajé 12 kilos. Hice mucho esfuerzo. Dije que será lo que tenga que ser. Será inolvidable”, prometió

Atrás quedan momentos sublimes y copas, alegrías y momentos de los otros. Lo que muchos rivales no pudieron el físico parece haberle pasado factura, y por cierto nada gratis. Este martes no será un día más. A la noche cuando ingrese a la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis, un gladiador de la raqueta vivirá momentos especiales, como el público que aprendió a disfrutarlo. El tandilense vuelve y al mismo tiempo palpita lo que puede ser su adiós definitivo. Seguramente el paisaje no volverá a ser el mismo, el Circuito extrañara a “La torre de Tandil” entre sus exponentes más notorios.  El físico tiene la última palabra.