¿Cómo fueron tus inicios en el tenis y cuándo te decidiste por jugar profesionalmente?
Empecé de muy chico, a los 5 años en el club Cuba de Buenos Aires, iba allí los fines de semana con mi familia. Comencé a jugar al tenis en la escuelita de ahí con distintos profesores, Ricardo Sardo y Gonzalo Bramajo. Creo que con el correr del tiempo que arranqué a jugar torneos a los 12, Metropolitanos, Nacionales, Sudamericanos y poco a poco me iba más o menos bien en las categorías juveniles de manera que me fue llevando a tomar la decisión de jugar profesionalmente y a eso de los 16 comencé a competir en Futures y certámenes más profesionales.
¿Cómo fue tu carrera como singlista y qué te llevo a dedicarte full time al dobles?
Yo jugué hasta los 28 años singles y dobles, dándole prioridad al singles y en el momento que decidí empezar a jugar más que nada dobles fue que estaba en el ranking N° 300 en singles y Top 100 en dobles, N° 80 o por ahí por lo tanto tomé la decisión de jugar dobles en torneos como los 250, 500 y tratar de jugar las clasificaciones de singles en esas mismas competencias. Justo ese año cambiaron las qualies de torneos a más chico, en vez de 32 jugadores como era antes pasó a 16, por lo cual a muchos torneos no pude entrar entonces empecé a jugar solamente el dobles y el singles lo terminé dejando de lado pero bueno pienso que fue una decisión acertada con el diario del lunes, hoy viendo que por suerte me esta yendo bien en esta disciplina.
¿En qué momento de tu carrera te agarra el tenis?
Creo que estoy en un buen momento, tuve un buen 2022, si bien con altibajos, con un cierre muy positivo, terminando con un buen ranking. Me toma con muchas ganas de seguir haciendo bien las cosas y tratando de seguir este año de subir en el ranking y de continuar intentando ganar algunos torneos importantes. Me agarra con muchas energías en toda esta etapa así que espero seguir de esta forma a lo largo de todo este 2023.
¿Hay más paridad en dobles que en singles?
Sí, seguro es más difícil sacar ventaja en el dobles, al haber menos peloteos, menos rallies en los puntos, el dobles se vuelve un poco más parejo porque al sacar la mayoría bien y que tu compañero te ayude en la red, es más fácil ganar puntos que en el singles contra una persona que tiene un nivel mucho más elevado que el tuyo, aparte hay singlistas que juegan muy bien que capaz no participan durante el año en el dobles pero cuando lo hacen tienen muy buenos tiros y son peligrosos. En esta disciplina también como es la puntuación que se juega sin ventaja y el tercer set es a un super tie break, hace todo que sea más difícil, más igualado y tenes que estar muy atento porque ante cualquier distracción se te escapa el set y ya estás en un super tie break.
¿Qué recuerdos tenes de tu paso por los Uruguay Open?
Muchos recuerdos, muchísimos años jugué ese torneo y es muy lindo cerrar el año allí. Uruguay, para mí que vivo en Buenos Aires, me queda muy cerca, es preciso y tengo muchos conocidos que viven en ese país, mismo el club y todo, el Carrasco es muy bonito y te da muchas ganas de ir a jugar, cruzar en Buquebus, es todo un paseo ya de una vez que salís de casa, se torna muy lindo y placentero ir a jugar a Montevideo. Tengo hermosos recuerdos, por suerte gané un par de veces, en dobles gané en varias ocasiones, mismo en singles tuve algunos buenos resultados por lo que conservo las mejores vivencias del Uruguay Open y espero volver a seguir jugando, el 2022 no fui, pero años próximos poder volver.