PARÍS/ Muchas expectativas este viernes en la capital parisina. Es que había
mucho en juego, a empezar por el ídolo local Jo Wilfred Tsonga en busca de
un título para su país aquí, del otro lado el suizo Wawrinka en busca de su 2ª
final de Grand Slam y en un año muy bueno, y como plato principal el
choque entre el serbio en procura del único título que le falta, y el escoces
Murray confirmando su idilio con la arcilla. Y la decepción llego en forma
prematura, para los galos. El suizo puso las cosas en su lugar y acabo con el
sueño mosquetero. Con parciales de 6/3,6/7, (1-7) ,7/6 (7-3) y 6/4, Stan
arribo a su 2ª final. Por su parte Novak Djokovic en su búsqueda de su primer
título en Roland Garros. Luego de haber dejado fuera de carrera a Rafael
Nadal, el serbio iba 2-1 en sets y 3-3 en el 4º ante Andy Murray en las
semifinales cuando el mal tiempo obligó a suspender el partido para el
sábado
La segunda semifinal fue la más esperada, la que tenía en escena al
indiscutido líder actual del circuito. La presencia de Djokovic, campeón este
año en el Abierto de Australia, siendo con Murray los mejores dos jugadores
de la temporada sobre polvo de ladrillo, resultó un gran atractivo, con el plus
de que el escocés está invicto (siempre en clay) desde su boda en abril.
Por eso más allá del magnetismo de Tsonga para su gente en el primer
choque, la presencia de Djokovic fue la atracción. Es que venía de eliminar
en sets corridos a Nadal, siendo que el español era dueño del récord de 9
coronas en París. Y hoy había empezado a pleno ante Murray, pese a la mejor
etapa del británico en arcilla, con autoridad. El serbio llegaba con los títulos
en Monte-Carlo y Roma bajo el brazo y el status de casi imbatible, con marca
40-2 en 2015 y un invicto de 27 encuentros.
Entonces este registro estuvo a punto de mejorarlo, pero pudo cerrar su
duelo y debe esperar hasta mañana sábado, con marcador de 6/3, 6/3, 5/7 y
3-3. Gracias a su gran nivel de juego y su firme mentalidad tomó ventaja.
Pese a algunos altibajos de ambos en el comienzo, el serbio logró quebrar
en el 8º game y se colocó 5-3. Fue la demostración de su presente, con
cambios de ritmo y una velocidad tremenda en sus disparos.
El problema, para Murray, es que no pudo, como otras veces, bajarle bien la
pelota y jugarle por varios pasajes bolas sin peso y así quitarle aceleración a
Djokovic. Claro que eso ocurrió más tarde, no en los 2 primeros sets. El
número uno obtuvo otro rompimiento en el 5º game y se adelantó 3-2.
Volvió a tener chances de quiebre en el 7º, falló pero volvió a quebrar en el
9º. Fue la clara demostración de que el serbio actualmente es casi invencible
por su consistencia, jerarquía y determinación.
Con las mismas armas, imponiendo su magistral revés de dos manos,
Djokovic llegó a la mitad del tercer set, pero no concreto una chance de
quiebre en el 6º juego, que levantó muy bien Murray, y luego lo pagó. Se
puso un poco molesto Nole durante algunos juegos, con errores no forzados
poco habituales en él, hasta que en el 11º juego, el 3º del ranking tuvo su
primera posibilidad de rouptura en todo el partido y la remató: 6-5.
Enseguida Andy lo selló y estiró la lucha.
En el 4º set, Murray sacó 0-40, lo dio vuelta y empató 1-1. Enseguida el
británico quebró en 0 y se puso 2-1. Cuando parecía que tomaba la posta el
escocés volador, dejó un smash increíble en la red y enseguida Djokovic
rompió para empatar 2-2. Acto seguido, Murray sacó 2-3 y 15-40, se recuperó
e igualó, hasta que la llegada de una tormenta y la cercanía de las 21 horas
terminaron por desembocar en la suspensión.
Extraño desenlace, ya que todos esperaban la definición del gran duelo, ya
con más paridad en el trámite. Es que Djokovic busca su 16ª final de Grand
Slam y ganar el único gran torneo que le falta. Y Murray intenta ser el primer
británico en jugar la final del Abierto de Francia desde que lo hiciera Bunny
Austin en 1937.Desafios a tener en cuenta.
UN SUIZO CON PRECISION TERMINO CON EL SUEÑO GALO.
Antes, Wawrinka pudo gritar otro gran festejo. Tras su triunfo en cuartos
ante Roger Federer, el suizo sacó a Tsonga en 4 sets con una gran efectividad
en los puntos límite con su servicio: levantó 16 de los 17 de los break points
que tuvo en contra. Además, aprovechó 3 situaciones de quiebre para sellar
el éxito en 3hs50 minutos de acción. Gran partido del 8º favorito, con 60
tiros ganadores y 48 errores no forzados (39-53 para el francés).
En el inicio del partido luego de sortear tres chances de quiebre en el primer
game, fue todo del suizo en el set inicial. Mandó con sus impactos en cada
momento. Con control, variantes de ritmo y altura y tiros ganadores ( 13
winners) Wawrinka se adueñó del 1º parcial gracias a una certera ruptura en
el 3º y tras salvar un nuevo break point en el 7º juego. Con el empujón Stan
siguió con el dominio y selló otro quiebre. Tomó posición dominante y se
mantuvo al frente. Todo parecía ir por el mismo carril, ante un Tsonga que no
podía girar el trámite desde su juego. Sin embargo, la llave la otorgó el suizo.
Mostró algunas dudas con su saque en el 6º game, salió con un ace y dos
tiros ganadores, y lo terminó cediendo en el siguiente turno, en el que
cometió dos dobles faltas.
El francés afinó sus impactos y ganó en confianza, a tal punto de sacar
adelante 5 puntos de quiebre en el 5-5. En el tiebreak prevaleció lo anímico
de los últimos juegos: la balanza, del lado del galo ante un sumamente
errático Wawrinka. El francés quedó mejor de frente a la continuidad de las
acciones y así lo manifestó en los primeros tres juegos, en los que tuvo 4
chances de quiebre y ganó su servicio sin ceder puntos.
Pese a ello no pudo sacar ventaja y Wawrinka poco a poco fue metiéndose
de nuevo en el partido. Hubo un momento más a favor de Tsonga, con otra
oportunidad con la devolución en el 4-4. Pero la iniciativa empezó a cambiar
de lado. El galo perdió la iniciativa, pasó a jugar más retrasado en la cancha y
tomó malas decisiones en su hoja de ruta. Un cóctel suficiente para que el
suizo se quedara con el 3º parcial nuevamente en la muerte súbita.
Al comenzar el 4º set otra vez un golpe veloz para sacar distancia, con una
ruptura. Wawrinka quedó en una posición inmejorable, con la presión del
lado de Tsonga. El suizo, además, soportó cada embestida del mosquetero,
tras dejar atrás situaciones límite con su saque en el 1-0 y 2-1 (seis en total).
Con soltura en sus golpes, pero con un juego más controlado que en las
semanas previas a Roland Garros, el suizo cerró el partido con su saque y se
clasificó a su segunda final de Grand Slam, luego de su título en el Abierto de
Australia 2014.
De esta manera ya hay un finalista, es suizo, no está el gran Roger, pero otro
ocupa su lugar, confirmando que el tenis helvético está sano. Mañana
sábado se sabrá quien lo espera en domingo en la cita esperada.