LONDRES: Con la gloria en su poder, sigue escribiendo nuevas páginas a su rico historial. Y los adjetivos escasean ante tanto dominio.
Este sábado la morena ratifico porque es la nº1 del mundo, al derrotar en la final a la gran revelación del torneo llamada Garbiñe Muguruza. La estadounidense se quedó con el trofeo luego de superar por un doble 6/4 a la naturalizada española de origen venezolano Garbiñe Muguruza., en un encuentro en el que fue de menos a más.
Es que la española salió decidida a pelear por el título, empezó mandando pero se fue apagando con el paso de los juegos ante una Serena que encontró su mejor versión. Muguruza, que a partir del lunes será la 9º del mundo, cayó con honores en la pista central de Wimbledon y dejó la bandera del tenis español bien alto ante la mirada del mundo.
Los nervios estaban presentes en el ambiente, se respiraba una tensión propia de estar en el Olimpo del tenis mundial. La pista central del All England Lawn Tennis and Croquet Club rebosaba de un lleno absoluto en las tribunas para ver a una de las mejores jugadoras de la historia del tenis como Serena Williams y una chica que está llamada a ser una estrella, si es que no lo es ya, como Garbiñe Muguruza.
Dos recogepelotas entraron al desgastado césped de la central con los raqueteros de las tenistas en los hombros, sinónimo de la última instancia de Wimbledon. Al tanto que un silencio sepulcral decía presente en la pista que se interrumpió cuando las jugadoras empezaron a calentar. Todo estaba listo para el inicio del partido que comenzó con el saque de la número uno del mundo.
Una muestra absoluta de la tensión que deambulaba en el ambiente fue que el partido comenzó con el mayor símbolo posible de nerviosismo en el tenis, la doble falta. Serena Williams no solo realizó una, sino tres en el juego que abría el partido. Garbiñe aprovechó la ventaja que le concedió la número uno del mundo y fue la que pegó primero. Rompió el saque y empezó mandando ante la inestabilidad de la menor de las hermanas Williams. Costaba imaginar que la experiente morena y nº1 del mundo sintiera la presión, mientras la debutante parecía la de años en estas lides.
Es que Muguruza escogía la opción de tirar fuerte desde el fondo de la cancha y con violencia en todos los tiros posibles. La española mantuvo su saque y se puso 2-0 arriba mostrando un juego convincente y valiente. Los games iban pasando y Muguruza mostraba determinación en los golpes y una actitud de campeona ante una Serena que, incrédulamente, parecía nerviosa.
Entonces Garbiñe mantuvo su saque en el 3-2, se adelantó 4-2 en el marcador, puso una barrera de por medio y dejó a Serena tocada. Sin embargo, cuando peor le iban las cosas a la vigente campeona de todos los Majors fue cuando empezó a mostrar la garra de campeona. Se activó, comenzó a gritar los puntos, a exagerar los golpes y a infundirle algo de miedo a la española que veía surgir un tren del otro lado.
Serena recuperó la ruptura conectó más tiros ganadores y ya abría sin disimulo alguno su arsenal y repertorio en el momento más comprometido del partido. Ahí hubo un punto de inflexión y fue que Muguruza se vio atormentada por la violencia de su rival. Entonces Serena empezó a carburar y ya era un monstruo indomable que la española no podía parar.
En unos minutos, pasó del 2-4 abajo al 6/4 arriba que dejaba tocada a la española. Del control de las emociones y el partido pasó a la desestabilización general. En un abrir y cerrar de ojos Serena metió una marcha más y se guardó el primer set en el bolsillo. Y cuando esto pasa en un partido de Grand Slam, lo más probable es que termine quedándose con el partido. Así lo indicaban los números que de los 252 partidos en los que había ganado el 1º set en 245 se había quedado con el partido. Derrotas, solo en 7.
A partir de allí, Garbiñe Muguruza tenía una misión casi imposible por delante y Serena se lo hizo saber de entrada. La morena agarró ventaja, fue como un tiro en el 2º parcial y se puso 5-1 a una velocidad de vértigo. Del otro lado Muguruza dejó de disfrutar, empezó a ver que se le escapaba el sueño y se le ponía cuesta arriba la final. De todos modos le dio un susto a Serena poniendo el marcador 4-5 pero ahí la nº1 golpeó de nuevo para quedarse con el set, el partido y conseguir su 21º título de Grand Slam para quedarse a tan solo uno del record de la alemana Steffi Graf, otrora la reina del circuito.
Por su parte, Muguruza, que hasta hace dos semanas no era una gran fan del tenis sobre césped y había ganado solo 2 partidos en toda su carrera, cumplió uno de sus sueños y a partir del próximo lunes estará como 9ª mejor jugadora del mundo y la mejor española del momento por delante de Carla Suárez. Lo que no es poca cosa.
Muguruza hace historia en el deporte español, deja la bandera bien alta y asegura un futuro brillante para el tenis nacional en los próximos años .Garbiñe no le teme a nada y desconoce su propio techo aunque el único que tiene, en el día de hoy, se llama Serena Williams, la chica que vino y juega en otro planeta.
Por más que hoy una doncella española se atrevió a reclamarle la corona hay reina morena para rato, la Williams sigue en el trono “Serenamente sentada”