PARIS: La sonrisa sin pudores para festejar su gran triunfo. La joven Iga Swiatek toco el cielo con las manos tras superar en la final a la 4ª cabeza de serie y ganadora en el Australia Open este año, justo antes de que la pandemia se hiciera presente. Con parciales de 6/4 y 6/1 derrotó a la estadounidense Sofía Kenin para coronar una semana perfecta.
Sin dudas que la polaca a los 19 años muestra un poderío y un tenis que llegó para quedarse. Uno no tiene la bola de cristal para adivinar lo que se viene, pero puede percibir que pese a sus noveles 19 años mostró pasta de campeona, jugando como si fuera una veterana en estas lides. En este contexto Ie acabó ganando 6 juegos seguidos para tornarse la campeona, frente a una Kenin que ya sabía de degustar las mieles de la victoria este año en Australia.
La estadounidense de 21 años había vencido en semis a la checa Petra Kvitova ganadora de Wimbledon en 2 oportunidades. Por su parte Swiatek logró la corona con solo 23 games perdidos en todo el torneo, el menor desde que Mary Pierce terminó subcampeona en París en 1994. En su camino a la final logró resonantes triunfos ante Simona Halep la cabeza de serie nº1 y campeona aquí en el 2918, además de en 1º ronda ante la finalista en el 2019 Marketa Vondrousova, aparte de haber dejado en camino a las sorpresas del torneo Martina Trevisan y la argentina Nadia Podoroska.
Este sábado tuvo un arranque espectacular ganando los 3 primeros games con 12 puntos de 15 en ese tramo. Kenin trató de emparejar y logró empatar a 3 aunque sufrió con los tiros ganadores de la polaca, quien era alentada por la japonesa Naomi Osaka. En el 2º set una seguidilla de puntos y games de la polaca, sin dejar de poder de reacción a Kenin que solicitó un médico para que la evaluara. La estadounidense volvió al court, pero no pudo ante el aluvión de Iga. La campeona sumó 25 winners y apenas 17 errores no forzados, concretando 6 de las 9 chances de rupturas que generó.
Con el último punto llegó la alegría, las emociones de esta joven de 19 años irrespetuosa con su juego convencido de su tenis alternando con la frescura de su juventud y respeto al punto de pedirle permiso a la jueza de silla para poder ir a saludar a su cuerpo técnico y familiares.
Así esta polaca toco el cielo con las manos, mientras que con su inocencia juvenil se pellizcaba para saber si era verdad y no un sueño. Y en parte era un sueño hecho realidad con un presente que llegó para quedarse. Swiatek es la princesa que se coronó en París. De Polonia a París vuelo a la gloria.