Una cancha de tenis muy abandonada con yuyos, pasto y con líneas invisibles fue reformada por el tenista francés Arthur Reymond con la ayuda de su papá.
Según informa Tennis Legends en sus redes sociales, el jugador francés de 21 años y 589º en el ranking ATP, quería seguir jugando al tenis durante esta cuarentena y «sabíamos que había una cancha abandonada cerca de casa, y con mi padre decidimos arreglarla».
Trabajaron durante las horas permitidas en el confinamiento todos los días y fueron logrando sus frutos ya que su padre es constructor.
El resultado fue excelente y disfrutó más que nunca volver a jugar y entrenar tenis.