MELBOURNE / Sin dudas el tenis tiene una magia propia, lleva a sitiales impensados o desplaza de un momento a otro. La vigencia de algunas, apoyadas en su tenis y experiencia, contrastan con la irreverencia de la juventud. La japonesa Naomi Osaka hace un año ocupaba el puesto 72 del ranking, hoy un año después la campeona del US OPEN está en la final del 1º Grand Slam de la temporada, el Australian Open y con la gran posibilidad de ser la nueva nº1 del ranking, para ello deberá superar en la final a la checa Petra Kvitova con 2 finales de Grand Slam ganadas y también con la chance intacta de ser la nº1 del ranking. La nipona logró dejar atrás este jueves a otra checa Karolina Pliskova 8ª candidata en 3 sets por 6/2 4/6 6/4.
Su camino a la final no fue fácil ya que ganó en 3 sets ante Hsieh Su Wei, Anastasia Sevastova y la propia Pliskova. En contrapartida Petra Kvitova 6ª favorita llega invicta sin ceder un solo set y con 11 victorias en Grand Slam, mientras la nipona acumula 13 desde el US Open, a propósito Osaka puede igualar a la marca de Capriati en ganar 2 torneos de Grand Slam seguidos y ser la nº1 del mundo.
Para Naomi esos partidos complicados le sirvieron para mostrar su mentalidad ganadora para salir adelante. Volviendo a la checa Petra terminó con el sueño de Danielle Collins al derrotarla por 7/6 (7-2) 6/0. Ambas sin dudas protagonizarán una final con mucho atractivo, en donde como decíamos estará en juego la copa y la corona de la cima del mundo. Ambas llegan con laureles y pergaminos, Kvitova con 2 coronas en Wimbledon, Osaka con el US OPEN en su currículo, cada una con sus armas y manual listo. Melbourne tendrá nueva reina.
