Muchas ilusiones se esfumaron hoy en París para Pablo Cuevas, porque venía jugando en muy buen nivel en esta gira europea de torneos en polvo de ladrillo, llegando una semana antes a Roland Garros a preparar el torneo más importante de la gira, pero hoy no pudo sentirse bien en momento alguno, y cayó de manera contundente frente al español Fernando Verdasco (ATP 37) por 6-2, 6-1 y 6-3 en apenas 1 hora y 34 minutos, y se despidió de la posibilidad de avanzar en «singles» a los Octavos de Final.
Desde el inicio del partido se veían dos actitudes diferentes, Verdasco agresivo y saiendo a buscar poner el ritmo del partido, mientras Cuevas no entraba en ritmo, errático, poca dinámica de piernas, y como demorando en meterse en el partido. Y lo más elocuente es el hecho de no haber ganado ninguno de los cuatro juegos con su saque, y eso es dar mucha ventajas al rival, que se encontraba con el 1er set con un claro 6-2 a favor y la confianza en ascenso. Lo curioso del set fue que aún sin jugar bien, Cuevas contó con 8 posibilidades de quebrar a Verdasco, pero sólo concretó 2 de ellas.
El 2o set fue del español desde el inicio, porque Pablo logró mantener su saque en el 1er juego, pero después fue sólo Verdasco quién soltaba tiros ganadores de ambos lados, y fue marcando la diferencia hasta ganar 5 juegos consecutivos, quebrando a Pablo en 2 oportunidades más y llevarse el set por 6-1. Cuevas seguía apagado y sin ideas de cómo buscar un cambio, impotente con su tenis y creo que equivocadamente jugando mucho sobre la «derecha» del zurdo español, que no paraba de soltar tiros gandores con ese golpe.
El inicio del 3er set fue el único momento dónde vimos a Pablo intentar salir del problema, aparecieron algunos tiros ganadores con su revés y parecía que podía aparecer una luz de esperanza de cambiar el trámite, pero el momento duró hasta el 3-3, y otra vez aparecieron errores de Cuevas que le darían a Verdasco la confianza de poder cerrar el partido, porque una doble falta y una derecha fácil a la red dejaban al español 4-3 adelante y con el saque. No dejó pasar el momento Verdasco ganando su juego de saque y presionando el poco estado de ánimo de Cuevas en el juego siguiente, lo quebraría por 8a vez en el partido para cerrar el set y el pasaje a la siguiente ronda con un claro 6-3.
La imágen final de Pablo, sentado en su silla con la toalla tapándole la cara, lo decía todo, porque estaba buscando alguna explicación lógica a lo que había pasado en la cancha No 3 de Roland Garros unos minutos antes, pero seguramente no encuentre los motivos que expliquen por qué hoy estuvo tan ausente. Sin dudas que Verdasco tuvo sus méritos, pero Pablo sabe muy bien que los motivos estuvieron de su lado de la red.
Mi sensación es que Verdasco llegaba a este partido mucho más preparado, no por su entrenamiento o capacidad técnica, pero sí porque venía de dos partidos anteriores muy luchados, eliminando al 10 del mundo Alex Zverev en 1a ronda en 4 sets y al francés Herbert en 2a ronda en 5 sets, y eso le fue dando confianza y actitud de mayor lucha por los objetivos, mientras Pablo, favorecido por el sorteo y al ser cabeza de serie No 22, le tocaron dos partidos menos exigentes, primero el francés Hamou y luego el argentino Kicker, y ambos los ganó con contundencia, pero nunca llegó a ser exigido, dónde el ritmo talvez era más de un entrenamiento que de un Grand Slam, y hoy sintió esa falta de «endurance» que van dando los partidos difíciles.
Una pena enorme, no por verlo perder, sino por ver las malas sensaciones que fue viviendo durante todo el partido, y quienes estuvimos adentro de una cancha en situaciones similares alguna vez en Roland Garros, conocemos ese tipo de frustración enorme que se puede sentir al saber que no se pudo dar lo mejor.
Arriba Pablo, queda el dobles junto a Bopanna, y este partido nada borrará del excelente momento que estás viviendo en tu carrera. VQV