¿Qué te da y qué te quita el tenis?
Creo que el tenis me ha dado muchísimo más que lo que me ha quitado. Incluso muchísimo más de lo que hubiese esperado o pedido, si bien no arranque jugando al tenis como para pedirle algo sino que lo hacías porque era algo que me encantaba y lo sigo haciendo con ese mismo entusiasmo. Pienso que me ha brindado la posibilidad de viajar, de conocer, de ser disciplinado, de tener una constancia, saber un poco de ciertos límites y obviamente también me dio alegrías. Si bien es un deporte super individual, me dio algunas alegrías grupales e incluso a equipos de trabajo y familia, que para que uno pueda lograr eso hay mucha gente atrás. En cuanto a qué me quito, y bueno siempre hay algo que perder o resignar. En este caso es más la parte social, más el día día que tiene el uruguayo común, de repente perderse cumpleaños de 15, ahora casamientos, asados, amigos, amigos me refiero a los momentos con los amigos en esas reuniones y también, si bien con los más amigos mantengo un vínculo, por ahí con otros no tan cercanos se hace más difícil.
¿Hay momentos en el tenis que te aburre? ¿Lo tomas como un trabajo, un mix de pasión-empleo?
Si obviamente que las épocas van cambiando y he perdido por ahí ese fervor con el que salía a una gira para enfrentar cuatro meses como cuando tenía 18 años. Hoy cuando las giras son un poco más largas cuesta por ahí arrancar pero una vez que estoy dentro de la cancha realmente lo disfruto. Lo que a uno más lo va cansando es el tema de los viajes, el estar en los aeropuertos, un poco va por ahí lo que te va degastando pero a la competencia la sigo disfrutando como antes.
Está claro que es un trabajo y si sólo fuera por disfrute entrenaría la mitad. En cuanto a torneos, ahora en estos últimos años jugaría un poco menos pero tan fácil no puede ser. Como todo lo que uno disfruta, si lo haces todos los santos días como que dejas de gozarlo, sea tenis lo que te toque hacer.
¿Te cambio algunos aspectos de la personalidad el tenis?
Sí sin dudas, sobre todo de chico. El tenis es un deporte individual, por ser así termina siendo egoísta y de alguna manera como que si lo sos, tenes virtudes como para que te vaya bien. Conozco muy pocos jugadores hiper mega sociales que hayan logrado llevar las dos cosas, mucha parte social y buen rendimiento en el tenis y sé más de un caso que cuando quiso cambiar eso no lo pudo lograr o termino haciéndose más social y teniendo menos resultados. Así en cierta forma creo que te va, sin uno darse cuenta, poniéndote en un estado de alerta permanente, competitivo las 24 horas del día y como que te va formando una personalidad individual y a veces se te hace difícil pensar en el otro y eso volvió a cambiar un poco con el hecho de la familia, empezas a aprender que no solo es tenis y no solo sos vos.
¿Extrañabas a tu familia cuando te fuiste con Felipe Macció con 14 años a Santa Lucía del Este para dedicarte más exclusivamente al tenis?
Sinceramente no sé si extrañaba, era como estar viviendo el sueño de una manera, que había conseguido el permiso de mis padres para poder irme a vivir fuera de casa y tenía tan entusiasmo, lo disfrutaba tanto, en cuanto al entrenarme muchas horas del día, a la libertad que tenía y creo que fue muy divertido todo ese tiempo, nunca lo tomé por el lado de extrañar. Felipe Macció y su mujer, aparte de él ser mi entrenador, creo que terminaron siendo un poco casi el rol de padres en algunas cosas y amigos en otras. Hacíamos un poco de básquet con Felipe, íbamos a pescar, si bien la parte de entrenamiento era seria, para mí eran 24 horas de diversión. Fue una época espectacular la que viví con Felipe, la disfrute mucho y la tengo muy presente.
¿Por dónde pasa la adaptación de Challengers a torneos de ATP, mentalidad, juego?
Creo que el salto que uno tiene que hacer para salir un poquito de los Challengers más que nada pasa por la parte mental. Seguramente hay un período de adaptación también cuando venís de los Futures a Challengers, de repente para la gran mayoría, por más preparado mentalmente que estés, tenísticamente te va llevar un tiempito la adaptación tenística y la física, pero una vez que conseguís eso pasa por un tema muy mental, de realmente convencerte de que estás para jugar en el mejor tenis. En mi caso particular en un torneo en Scheveningen del 2007 que termino siendo campeón, como que naturalmente me salió internamente decir no quiero jugar más este tipo de torneos y al poquito tiempo, era el último certamen que clasificaba para el Us Open, terminé entrando a ese Grand Slam y a partir de ahí como que me metí más arriba y empecé a jugar torneos mejores.
¿Cómo es que jugas tan bien a este deporte, es innato? ¿Cómo explicas tu rápida adaptación a distintas superficie? ¿Tiene que ser un tenista hoy en día un “todo terreno”?
No sé si ahora el tenista tiene que ser un todo terreno, para los que están entre los 15 y 20 primeros por ahí pueden dedicarse exclusivamente al singles, de hecho para estar en ese ranking es porque en casi todas las semanas estás en la definición de los torneos y hacer las dos cosas es muy agotador. En mi caso fue un buen complemento en el comienzo el dobles, tanto para el saque, devolución, para la volea, para animarme a ganarle a mejores jugadores, o sea que anímicamente también me sirvió para darme confianza. Fue un extra importante, más adelante fue un aporte más económico y hoy sigue siendo por ahí, ya que en algunos torneos puntualmente arrancas jugando el dobles y eso a veces suele ser mejor que un entrenamiento porque estás jugando en las mismas condiciones en las que vas a jugar al otro día el singles, entonces cuando creo que suma siempre trato de jugarlo. Y sobre la adaptación a las distintas superficies, no lo veo tan simple como tal vez vos lo aprecias, me cuesta más obviamente las canchas indoor, las canchas muy rápidas. El polvo de ladrillo es donde me siento más cómodo, donde me adapto muy rápido y en las otras trato de hacerlo pero naturalmente me cuesta un poco más y creo que mi juego rinde menos.
¿Qué hubiese sido de tu carrera sin esa lesión de rodilla que te dejo afuera por 2 años?
Es una buena pregunta, a veces me lo indago cuánto podría haber aprovechado ese tiempo pero es muy difícil saberlo y no vale mucho la pena ponerme a interrogar tal cuestión pero si que pude salir fortalecido de esa situación y a partir de ahí cuando volví a pisar una cancha lo aproveché mucho mejor, empecé a valorar mejor el tiempo, la posibilidad de estar dentro de una cancha y salió todo bien, incluso vinieron los mejores resultados.
¿Qué sentís cuando te dicen o lees que sos el mejor tenista uruguayo de la historia?
No era algo por lo que arranque a jugar tenis pensando en ser el número uno de Uruguay, ni estar entre los mejores sudamericanos. Por ahí en un momento que estuve como el mejor latinoamericano como que de alguna manera me empezó a sonar internamente, no me sorprendí pero como que tomé dimensión de “uh que bueno” pero no era algo por lo que de chico me despertaba como una ilusión o que era un sueño. De alguna manera quiere decir que vas haciendo bien las cosas y por ahí es donde uno se queda más contento, al menos para mí y no tanto en llevar el título ese de “el mejor jugador uruguayo” sino más bien de dar lo mejor de uno y llegar hasta donde uno cree que puede llegar y en ese caso me siento contento con la que vengo realizando pero siempre uno quiere un poquito más y eso es lo que me motiva a seguir también.
¿Cómo ves las innovaciones que se quieren ir agregando al tenis como el coaching en cancha, disponer de pantallas con data en tiempo real en los bancos, etc?
Todo evoluciona y el público quiere ver también cosas nuevas, por lo tanto que me parecen buenísimos todos esos aportes que se puedan ir agregando, está muy bueno. Ha pasado en muchas disciplinas y creo que eso va mantener vivo el éxito del deporte si se logra seguir adaptando a la tecnología, al mundo moderno, a mostrar algo más.
¿En qué te basas, teniendo en cuenta tu experiencia en el circuito, para elegir a tu entrenador?
Siempre valoré el hecho de tener un entrenador que haya sido buen jugador porque creo que tienen un extra para transmitirte, un plus, una persona que vivió las situaciones desde adentro, que tiene esa experiencia de haberlo vivido y eso significa que está preparado en poder transmitirlo, eso me pareció un rasgo importante. Después también siempre me gustó darle mucha importancia a la parte técnica, sin duda que el lado táctica-estratégica y sobre todo la mental son importantes y también eso te lo da, algunos de esos ítems de la parte mental porque abarcan mucho, alguien que haya jugado muy bien. También tengo a Facundo Savio que es un gran amigo y con el cual el mucho tiempo que trabajé solo con él me fue muy bien, en especial cuando me estaba recuperando de mi lesión. Él no fue un gran jugador y el hecho de la amistad que teníamos, de conocerme me pudo aportar cosas por otro lado que las pude capitalizar muy bien y conseguir esos grandes resultados como pudo haber sido la tranquilidad, como decir las palabras justas, el hecho de conocerse bien también es un punto muy fuerte.