¿Cómo comenzó tu camino en el tenis?
Empecé por mi hermano, Juan Ignacio Fumeaux, quien seguía de chiquito a sus prácticas cuando podía y en algún torneo nacional. Les pedía a mis padres que me dejaran ir a verlo porque me gustaba y así fue que a los siete años comencé a jugar. Arranqué en el Golf Club Paysandú con Rene Rodano durante dos años y luego pase con Andrés Artía, mi padre tenístico, por llamarlo de alguna manera. Con él estuve desde los 9 hasta los 16.
¿Crees que es difícil dedicarse al tenis en Uruguay?
El tenis es un deporte muy sacrificado, bastante caro pero más allá de eso es una actividad que requiere viajar constantemente, no pasas tanto tiempo con tu familia, con tus amigos y tenes que dejar de lado eso un poco, lo que juega mucho en la cabeza. Ser tenista en Uruguay es complicado, porque son pocos los chicos y clubes para competir. A mí me tocó, tuve que venirme para la Argentina gracias a unos contactos que tengo y así poder entrenar. Es un deporte que amo y es una pena que en Uruguay no haya más jugadores para evolucionar en esto. En Argentina hay muchísimos clubes de tenis y un montón de chicos que juegan. El entrenar todos los días con uno u otro te va mechando y convirtiendo en mejor tenista, y eso suma. Sería alentador que a la larga esto mejore en mi país, ya que el tenis es un hermoso deporte y hay varios jóvenes en Uruguay que les gusta y deberían tener la oportunidad de jugarlo porque vale la pena.
¿Qué se podría hacer para que esos chicos en Uruguay no dejen de jugar al tenis?
Primero que nada se debería rever el asunto de la organización de torneos. Se cuentan con los dedos de la mano la cantidad de certámenes al año en Uruguay, lo cual desfavorece a los chicos, no permite una buena competencia a nivel nacional. Cuando era más chico había torneos en Salto, Paysandú, Mercedes, en todos lados y ayudaba para que los jóvenes del interior o de otros lugares que no sean de capital puedan participar en torneos cercanos y no viajar tanto. Te doy un ejemplo, en el Máster que se hace a fin de año, en mujeres, el sub-16 tuvo que jugar también el sub-18 porque no hay chicas menores de 18 años y en varones es igual. Incluso en algunos torneos durante la temporada no se completan los cuadros por la falta de jugadores, antes no sucedía. Conozco chicos que terminan cruzando la frontera y juegan en Concepción del Uruguay o en Brasil un par de partidos y se vuelven, sino no hay forma de poder competir en Uruguay. Ese tendría que ser un punto primordial a mejorar, ver la manera de que se jueguen más torneos al año. Generaría un gran cambio en los chicos que se están iniciando en el tenis.
¿Cómo llevas el estar sólo en Buenos Aires para dedicarte al tenis?
Hace dos años que vivo en Argentina, alquilo una habitación por el microcentro y desde allí tengo que tomar subte y tren para llegar al club en Vicente López donde entrenó con Ariel Súarez. Al principio me costó muchísimo y ahora también extraño a mi familia, mis amigos pero lo bueno que tiene esto del tenis, el entrenamiento que estoy metiendo, dedicarme tanto a este deporte me mantiene la cabeza ocupada y no pienso tanto sobre el desarraigo. En mi caso, mis padres me ayudan económicamente hasta que pueda dar el salto y conseguir un sponsor, lo que ocurre con muchos chicos en mi país. Mira que yo la luché y la sigo luchando, tratando de conseguir alguien que te pueda bancar pero está complicado en Uruguay y en Argentina.
¿Cómo viviste el mega evento de la ATP Cup representando a tu país?
Fue un sueño estar dentro de esa cancha, fue increíble cuando me dijeron que iba a jugar, me cambió por completo el cuerpo, me puse muy nervioso porque sabía que estaba por pisar una pista que no conocía, un estadio inmenso con mucho público. De todas maneras fue algo muy lindo. Pude jugar mi tenis, pude soltarme y la verdad que mi compañero en dobles, Ariel Behar, es un crack, conoce mucho del juego y me guió bastante durante el encuentro. Me dio confianza y eso me ayudó a poder jugar relajado.
Todos aquellos días en Australia fue una experiencia inexplicable para mí. Estar con los mejores tenistas del mundo, la verdad que lo disfrute al máximo, aprendí mucho y di lo mejor en todos los entrenamientos y cuando me tocó jugar dejé todo y quedé muy satisfecho. Cuando salí de la cancha no podía creer todo lo que me estaba pasando.
¿Cómo es Felipe Macció como capitán?
Es un grande como persona y capitán. Me gustó mucho estar con él, vivir el día a día. Siempre cuando me lo cruzo en algún torneo, me acompaña. Es un tipo excepcional, nunca me entrenó pero las veces que estuve con él, me ayudo en lo que podía. Es muy buen entrenador, demasiado exigente. No solo te enseña a jugar al tenis, también te enseña valores. La chica o el chico que esté entrenando a su lado tiene la suerte de poder tener un profesional así, que te guíe, que te acompañe porque es un hombre que sabe de tenis y sabe de verdad.
¿Qué diferencias notaste entre un jugador top como Nadal a uno terrenal desde lo técnico?
Nadal es un distinto y la diferencia de un jugador como él está en la cabeza aunque la clave para mí está en las piernas, en moverlas, siempre con buen apoyo para impactar bien la bola. Eso te cambia mucho el juego, el buen impacto es otra cosa. A Nadal siempre le sale bien la pelota, está bien apoyado, se mueve bien, siempre tiene el cuerpo derechito. Esos son detalles que cuando jugas no te das cuenta pero luego los ves en estos monstruos y notas que ese es el plus. Es muy loco porque parece algo mínimo cuando lo vas jugar y te cuesta, te cuesta pero después lo ves en un tipo como Nadal y decís cómo hace eso tan fácil y a mí me resulta difícil o a otro jugador que es 300 o 400 del mundo.
¿Qué pensás respecto a las malas actitudes y reacciones de Kyrgios, Medvedev, Zverev y otros tenistas dentro de una cancha?
Cada uno en realidad es como es, otros más, otros menos pero tienen su nivel de calentura. Algunos rompen raquetas, otros discuten pero yo creo que cada cual maneja su grado de ira dentro de una cancha haciendo esas cosas. Puede ser que después te arrepientas, me ha pasado de irme demás de boca o de romper dos raquetas desde que juego al tenis y cuando salgo de la cancha la verdad que me arrepiento. Cuando estás caliente a veces no pensas, no usas la cabeza y te salen esas actitudes que no tienen nada que ver. Son cosas de cada uno y depende de la paciencia que tiene el jugador, de lo fuerte que desde lo mental. Estaría bueno que no pase porque no está bien pero ocurre.
¿Miras mucho tenis?
Llevo el tenis desde muy chiquito pero un descansito viene bien. No soy un obsesivo de este deporte, me apasiona el tenis y me gusta mirar. Trato de ver siempre a los cracks, que lo que hacen, la actitud que tienen en de la cancha para ir mejorando. Igual cuando puedo irme para Paysandú, trato de relajarme, de estar con mi familia, con mis amigos, salir de joda, salir a tomar unos mates. Dejar un poquito de lado el tenis para distender.
¿Cómo ves al equipo nacional de Copa Davis para el repechaje ante Austria?
Estar en esa instancia es asombroso, por lo venimos luchando desde hace tiempo, tratando de ir ascendiendo y ascendiendo y se logró. El grupo está siempre comprometido, con todas las ganas para enfrentar a cualquier país que nos toque. También necesitamos de un Pablo Cuevas prendido porque él es la pieza clave para que nosotros estemos ahí. Va ser duro pero tenemos un buen equipo para dar pelea. Estamos muy motivados para que llegue la fecha y dar lo máximo de nuestra parte. Esta vez no quedé seleccionado pero apoyaré como siempre a la distancia para conseguir el objetivo de jugar el Grupo Mundial.
¿Cómo fue jugar por primera vez un torneo Challenger y en tu país?
Jugar en Punta del Este fue espectacular y ser local es un aporte extra porque tuve la suerte de que mis tíos pudieran verme jugar, también mis amigos y me hizo muy feliz. Son experiencias nuevas, todo sirve para crecer, tanto como tenista y como persona. Se me dio la oportunidad de jugar la pre-qualy y así poder avanzar e ingresar al cuadro principal de un torneo de este nivel, algo soñado. Pude jugar muy buena calidad de tenis, pude dejar todo y medirme con jugadores profesionales. Ahora toca seguir.
El torneo viene bien, asistió mucha gente y eso es bueno. Quedan buenos jugadores, se verá muy buen nivel durante estos días con excelentes partidos. Deseo que sea una buena semana de tenis en Punta del Este porque se labura mucho para hacer semejante torneo y hay muy buenas expectativas de todos y mía.
¿Cómo continúa el resto de tu temporada?
Ahora me voy unos días a Paysandú para visitar a la familia que me hace muy bien para recargar pilas y luego volver a entrenar a full en Buenos Aires. Se viene en febrero un Future M25 en Punta Del Este, otro en Córdoba que capaz lo juegue y dos más en Buenos Aires, así que tengo en mira los Futures.