Emiliano Troche, esperanza del tenis uruguayo

Emiliano Troche
Emiliano Troche

Uruguay tras vencer por 3-1 a República Dominicana, serie del Grupo I de la Zona Americana, se ganó el derecho de jugar el Repechaje para ingresar al Grupo Mundial de la Copa Davis de 2020. Y uno de los integrantes del conjunto charrúa que logró la hazaña el último fin de semana, es Emiliano Troche, de 18 años, quien gentilmente brindó una entrevista para TenisConEstilo.

Contanos sobre tus inicios, a qué edad comenzaste a jugar, tus primeros entrenadores y porqué elegiste el tenis

Comencé a jugar al tenis a los 10 años en el club Círculo de Tenis del Prado. Practiqué un montón de deportes y no se me daba ninguno. Hasta que un día vi un partido de tenis entre Arnaud Clement y Nicolas Mahut. Recuerdo que aquel día en casa tenía una paleta y empecé a darle contra la pared y bueno, me anoté en un club cerca y me empezó a gustar. Al poco tiempo me di cuenta que era lo quería ser. Mis primeros entrenadores fueron Leticia Demichelli, Mariana Fugazot, Ignacio Salgues y Diego Demichelli, quien es mi entrenador actual junto a Marcelo Filippini, quien se sumó al equipo hace tres años

¿En qué consiste tu entrenamiento y qué aspectos se trabajan?

Entreno de lunes a viernes y algún sábado. A la mañana arrancó con lo físico, luego en lo tenístico realizamos ejercicios técnicos y tácticos con movilidad. Por la tarde se baja la intensidad y refrescamos conceptos, remarcando lo técnico con el fin de tener un juego parejo y competitivo. También tengo dos veces por semana psicólogo con quien hacemos trabajos de respiración y visualización, que tal vez es complejo explicarlo pero que ayudan tanto fuera como dentro de la cancha. 

Para aquellos que todavía no te conocen, ¿qué tipo de jugador sos y cuáles son tus fortalezas y debilidades?

Me considera un jugador ofensivo y mi golpe más fuerte es la derecha, me gusta que el dominio de los puntos pase mí, un factor que puede ser negativo para mi juego. Puedo variar los efectos y manejo bien el saque. En la parte a mejorar, es el revés y el smash en ciertos momentos. 

En estos últimos años surgió una prometedora camada de tenistas juveniles femeninos y masculinos de Uruguay de la cual sos parte. ¿Cuál es tu opinión al respecto y qué incidencia tiene Pablo Cuevas?

Es cierto que hay una buena camada de tenistas y tuve la suerte de compartí con varios de ellos desde chico mucho tiempo, viajes y experiencias que ayudaron en nuestra formación. Jugar afuera de Uruguay nos dio experiencia a la hora de crecer como tenistas y personas. Competir con los mejores genera mayor performance y sirve para ver en qué nivel estamos y que debemos mejorar.

Tener a Pablo es una motivación tremenda para todo tenista uruguayo. Que de un país tan chico salga un jugador tan grande y con tan buen nivel, es muy meritorio y nos sirve para darnos la ilusión de querer llegar a ser como él o como Martín Cuevas y todos los que llegaron en su momento. Acá en mi país se nace con la idea que es imposible ser tenista. Que Pablo este ahí, el Bebu, Filippini y todos los que estuvieron antes es muy positivo porque desmiente ese pensamiento que es imposible. Yo estoy convencido que con mucho esfuerzo, dedicación y hambre de gloria se puede llegar.

Hablemos sobre tu experiencia del pasado fin de semana en el equipo uruguayo de Copa Davis y sobre la posibilidad de jugar el año próximo el Grupo Mundial

Fue mi primera convocatoria en el equipo oficial, ya había sido sparring en tres ocasiones. Entrenar con Pablo y Martín Cuevas fue una muy linda experiencia. En los descansos durante los entrenamientos te daban consejos y te ayudaban en lo que podían, como obviamente lo hacían el capitán Enrique Pérez Cassarino y Facundo Savio, coach de Pablo. Fue hermoso convivir con ellos fuera de la cancha, verlos cómo entran en calor, cómo se cuidan en la alimentación y en su recuperación. Y al grupo lo vi muy enfocado en obtener la victoria en la serie y se logró. Se entrenó duro, hubo buena química entre nosotros, ya que desde hace dos años que venimos conviviendo semanas y generalmente el 60 o 70% se refleja dentro de la cancha pero también el buen ambiente genera un máximo rendimiento. Es una linda oportunidad tanto para el equipo como para el tenis uruguayo de jugar en el Grupo Mundial, se puede hacer historia. Tenemos un conjunto competitivo, Pablo y Bebu son dos grandísimos jugadores de calidad que pueden ganarle a cualquier y es una buena chance para nosotros.

¿Cuáles son los objetivos que te planteaste para tu carrera y de lo que resta del año?

Mi objetivo principal es ser profesional y conseguir mi primer punto de ATP, que parece poco pero para mí es sumamente importante. Sobre lo queda del año, en los torneos juveniles es alcanzar las semifinales y obtener títulos, y en los certámenes profesionales, que serán mis primeros Futures, es pasar la clasificación y rescatar mi primer puntito.