LONDRES / Cuando muchos creían que habría novedades o por lo menos un capítulo nuevo en el viejo duelo, se equivocó. Es que esta versión de Nole sigue siendo mucho más que la nueva de Rafa.
En el contexto actual había muchos argumentos para pensar que algo podía cambiar. que el cuarto duelo del año entre Novak Djokovic y Rafael Nadal sería muy diferente al resto. Nos equivocamos. El serbio, como ya lo hiciera en Montecarlo, Roland Garros y Beijing, venció al español sin ceder un solo set por 6/3 y 6/3 y se clasificó para su 5ª final de las ATP World Tour Finals. El partido tuvo sabor a poco por la gran diferencia que hubo entre uno y otro, aunque al de Belgrado le sirve para empatar el cara a cara por primera vez ante el balear (23-23), algo que nunca había logrado durante los diez años que llevan enfrentándose sobre la pista. “ So lo que tengo que hacer ante Novak pero nos era fácil hacerlo” afirmaba Rafa antes.
Nadal conocía cuál era la mejor operación a trazar, pero ante un pincel tan perfecto como el del serbio es complicado hacer planes antes de tiempo. Empezando con un gran servicio y moviendo de un lado a otro del cemento, Djokovic se dedicó ir atrapando poco a poco a su rival en una trampa que terminaría enviando al español de vacaciones. No le hacía falta buscar el golpe ganador, tampoco asumir riesgos innecesarios, incluso la pista, por momentos excesivamente lenta, no perjudicaba su estrategia. De manera sólida y contundente, el serbio arrancaba con un 3-0 en el marcador que acallaba los rumores de “partidazo” en la central. Ese quiebre ya no se movería del luminoso, por lo que el de Belgrado capturaba por méritos propios el 1ª set.
Las sensaciones volvían a ser las mismas que durante todo el año Djokovic volvía a subirse a lo más alto de la pirámide, observando con grandeza a sus oponentes que intentaban maniatar sin saber cómo. Toda la evolución procesada en la gira sobre indoor no hizo acto de presencia en el O2 Arena para ayudar a Rafa en sus 5ª semifinales en el torneo de Maestros. Ni siquiera el llegar invicto a la penúltima ronda producía el menor indicio de miedo en la raqueta de Novak, seguro en todo momento del combate y enfocado hacia su 15ª final del año, todas de manera consecutiva. La realidad es que todos los intercambios acaban cuando la Head del balcánico decidía cortar el ritmo, una velocidad de pelota a la que nunca pudo hacer frente el de Manacor.
Fallo, fallo, fallo. No funcionó desde la devolucion tampoco con su revés y con el saque, mejor no hablar. La maquinaria llegaba justa de combustible y desengrasada para la cita más importante de la semana, aquella que le entregaba a Nadal, por primera vez en su carrera, las 20 derrotas en una sola temporada. Otra se volvía a resistir el certamen de los ochos maestros, la sensación de cerrar el telón de un año con victoria. Dos cosas quedaron claras. Que Djokovic y Nadal juegan ahora mismo ligas diferentes es una obviedad, sirvan de ejemplo los últimos nueve sets disputados entre ellos (todos ganados por el serbio). Y segundo, y lo más importante, que la mejoría de Nadal esta semana no puede quedar en el olvido y que, con toda seguridad, el año que viene será una gran oportunidad para acercarse más que nunca a su mejor versión. Por cierto, respecto al partido, Novak logró una ruptura en el 6ª juego y luego se repitió en el 9ª fabricando un nueva obra de perfección para zanjar su victoria número 30 del calendario ante jugadores del top-10.
El asesino vuelve al lugar de los crímenes , o lo que es lo mismo, Novak Djokovic repite final en Londres por cuarto año consecutivo, un torneo en el que siempre que llegó vivo al domingo salió con el título bajo el brazo. Será su final número 85 como profesional y una oportunidad inmejorable para ponerle el punto final a un 2015 de ensueño, casi irrepetible. Un suizo será su oponente por la corona, Roger Federer exactamente igual que el año anterior, habrá rival helvético.. Pero esta vez toquemos madera no habrá plantón inesperado de última hora. Esta vez no habrá lesión ni tendremos a Suiza luchando por la Ensaladera dentro de cinco días. Esta vez habrá que ganarse la copa en la pista, igual que ha hecho a lo largo de toda la semana. Igual que lleva haciendo desde el año 2012. Claro que en el round robin Roger le corto el invicto. ¿Repetirá su majestad la proeza?.
Y EN CHOQUE DE COMPATRIOTAS ROGER FUE MÁS PRECISO.
Un año después, dos hombres tenían una cita bajo el techo de Londres para solventar viejas rencillas. Roger Federer y Stan Wawrinka, todavía con la sonrisa en la boca por el espectáculo ofrecido aquí hace doces meses, se volvían a cruzar con un puesto en la final de las ATP World Tour Finals en juego. El pueblo suizo vio cómo la historia volvía a aliarse con el más fuerte , con parciales de 7/5 y 6/3. Además de cómo el aspirante hacía las maletas en busca de respuestas. Será la décima ocasión que veamos a Federer luchar para ser Maestro (récord histórico) en su 8ª duelo de la temporada ante un Novak Djokovic que defiende una corona que no ha cambiado de hombros en los tres últimos años.
Apenas 3 victorias en 20 duelos a favor de Stan Wawrinka en sus enfrentamientos ante Roger Federer era un dato muy a tener en cuenta antes de arrancar el 21ª duelo entre helvéticos. Esos tres triunfos, por cierto, sobre arcilla. Aquí tocaba cemento y, además, cubierto, doble ración de dificultad para el hombre que tuvo 4 bolas de partido en esta misma plaza ante idéntico rival y tuvo que hacer las maletas en esta misma ronda. El encuentro arrancó con dudas y con un Federer que no era capaz de conectar un primer saque, algo que en seguida le hizo ir por detrás en el marcador. La marea estaba revuelta en ambos océanos y el de Lausana supo navegar mejor ante la crisis, colocándose 4-2 en el 1ª parcial . Eran los primeros problemas del número tres del mundo en todo el torneo.
Aquel temporal no tardaría mucho en solucionarse, como si estuviera predestinado a caer en ese momento de relajación para luego levantarse y, con una sonrisa picarona, confesar que tan solo había sido una broma. En unos minutos Federer igualaba la contienda y se colocaba 6-5 arriba sin que su rival apenas se enterase de lo que había sucedido. Tanta era la confusión que llevaba Wawrinka que con 15-0 a favor en el juego que le daba el acceso al tiebreak, terminó por inmolarse él solito y regalar el primer acto a su compatriota. Un vuelco radical a favor del hex-campeón de las ATP World Tour Finals. El público enloquecía al ver a su jugador favorito -¿y dónde no?- se quedaba a un solo paso de volver a medirse al número uno del mundo en el último partido de individual del circuito profesional masculino.
Aquello había sido demasiado peso para Stan, confiado en pagarle a su amigo con la misma moneda que él había resuelto el conflicto el calendario anterior. Eran sus terceras semifinales en la Copa de Maestros y, por tercera vez, se le iba a escapar la gran final. Por segundo año consecutivo, su mejor amigo en el circuito le apartaba de su camino en el 02 Arena. Lo difícil ya estaba hecho, romper el partido, ahora Federer tenía prisa, no podía perder horas de descanso respecto a su rival de mañana. Un 3-0 aplastante volvía a alejar a Wawrinka del objetivo y acercaba un poco más al campeón de catorce Grand Slams a su 11ª final de la temporada. Ya solo faltaba cerrar, saludar a su adversario en la red y recibir la ovación del respetable. Un indeseable trámite para el perdedor.
El rey de 34 años cerrará su 18ª temporada profesional con una nueva oportunidad de proclamarse campeón, la número 135. Supera las 9 finales de Ivan Lendl en las ATP World Tour Finals y suma su 15ª victoria del año ante jugadores del top 10. No está nada mal para alguien que en 2013 parecía al borde del retiro, o eso dijeron algunos. La prueba de mañana será crucial y no precisamente porque sea la última. Se vieron ya en la fase grupos y se cruzaron ya en siete ocasiones este año por lo tanto Federer como Djokovic saben bien cuáles sus puntos fuertes y de qué pie cojean. Un nuevo ‘Clásico’ entre suizo y serbio, el 44 en total, y un trono que lleva desde 2012 con una rey nacido en Belgrado. Es el momento de dar un golpe de estado o, por el contrario, de reafirmar un noviembre más a la solidez del gobierno actual. Para tener en cuenta en el round robin hubo un triunfo de su majestad sobre el dictador serbio, del mejor de la historia sobre el ser de otro mundo. ¿Mañana se repetirá la historia?