Serena y los Juegos Olímpicos: Una historia inconclusa

Para la Nº 1 del mundo los Juegos Olímpicos y ella tienen una historia muy particular. Sus éxitos en los dobles fueron más que en lo singles.

Serena y una historia inconclusa
Serena y una historia inconclusa

NUEVA YORK / Hay historias que tienen  facetas diferentes, esta es una de ellas. Serena Wiliams la gran dominadora del tenis femenino en el siglo XXI, también tiene su propia historia con los Juegos Olímpicos. Aunque esta no está plagada de tantos éxitos como en el resto de su carrera. Al menos  en el plano individual. Porque en la modalidad  de dobles, junto con su hermana Venus, han ganado la medalla de oro en las ediciones que han disputado (Sídney 2000  Pekín 2008′ y Londres 2012′).  En este contexto cuando faltan días para una nueva cita  tenista nacida en Michigan cuenta sus experiencias desde esos primeros Juegos en Sídney con apenas 18 años hasta los últimos en Londres ya alcanzada la treintena.

Al desgranar el calendario afirma: «Era algo así como la número 8 del mundo y no me clasifiqué», recuerda Serena Williams sobre los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. «No me clasifiqué porque había unas 100 americanas en el top 10 ya que Mónica (Seles) seguía jugando, Lindsay (Davenport) todavía estaba y Venus. Me puse bastante contenta porque realmente no quería jugar. Solo me apetecía  los dobles», reconoce Serena 16 años después. Ella y Venus arrollaron en la final y se colgaron la medalla de oro. Pero no sería ni mucho menos la última que se llevarían para casa. Al contrario.

Y siguiendo la charla Serena describe así su primera experiencia con unos Juegos Olímpicos, todo un descubrimiento para una chica que a pesar de llevar poco tiempo en el circuito WTA ya era todo un reclamo. «En Sídney tuve multitud de oportunidades para ver de todo. Tiro con arco, natación, atletismo… fue una gran experiencia. Fue muy divertido ver atletas de países que no te esperas. El lugar más habitual para pasar el tiempo era el McDonald’s. Todo deportista americano estaba allí», cuenta Serena.

Y el tiempo siguió…Ocho años después la menor de las Williams daba el salto a Pekín tras saltarse por lesión los Juegos de Atenas 2004. «Pekín fue probablemente la mejor experiencia olímpica que he tenido. El tráfico era una locura y la organización dispuso de un carril olímpico especial. Aun así había tráfico en ese carril. Fue una locura», considera Serena. Las hermanas Williams repetían el éxito obtenido en Sídney y se colgaban la medalla de oro batiendo en la final de dobles femeninos a las españolas Vivi Ruano y Anabel Medina. Serena cuenta la tensión que vivieron en su duelo anterior ante las hermanas Bondarenko de Ucrania. «Casi perdemos. Le dije a Venus, ‘mira, no vamos a jugar por la medalla de bronce’, y ella respondió: ‘¡dale!   ‘. Y de aquella manera logramos sacar el partido adelante», prosigue la morena.

Y si algo les faltaba llego en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que fueron sin lugar a dudas la frutilla de la torta de la carrera olímpica de Serena Williams. Obtuvo junto a Venus la  3ª medalla de oro y además,  lograba romper el maleficio de los singles, ya que atesoraba su primera presea dorada en el cuadro individual. Arrasando a María Sharapova. Y no en cualquier sitio. En la misma Catedral del tenis, Wimbledon. Allí tocó el cielo con las manos.

«En Londres jugué increíble. No he vuelto a jugar así desde entonces. No perdí un solo set. Tuve una experiencia extrasensorial allí», confiesa la ganadora de 22 Grand Slams. «Era tan diferente, ni siquiera parecía Wimbledon. Había publicidad por todas partes, colorido, la gente en la pista sin camisetas. Pero al mismo tiempo pensabas, ‘he estado aquí en Wimbledon y ahora estoy en los Juegos Olímpicos'», afirma.

Y siguiendo con sus archivos y haciendo repaso de su trayectoria, Serena valora especialmente lo conseguido en los dobles. «Nunca imaginé que ganaríamos 3 medallas de oro en dobles. Creo que estoy más feliz por ganar los dobles que los individuales. Estábamos muy contentas, fue fantástico». Y cuenta lo que siente cuando juega por Estados Unidos en unos Juegos. «Cada vez que me encuentro en unos Juegos no siento presión por ganar. Siento que puedo hacer cualquier cosa, dar lo mejor de mí por supuesto pero también salir y ver a otros deportistas».

La mirada se pierde en el tiempo, que  cuenta un curioso aspecto de su relación con los Juegos. «En Londres me convertí en una devota coleccionista de pins. Antes del partido, durante el partido y después del partido. Tengo como más de 100. Y tengo un plan. Cuando me retire voy a revisar todo. Pondré todos mis pins juntos pero separados por Juegos alrededor de mis medallas ya que tengo medallas en los tres Juegos Olímpicos que he disputado» asegura. «Iré a por otro oro en los  dobles en Río. En el peor de los casos por competir podré intercambiar mis pins», deja escapar Serena, mientras una sonrisa ilumina su rostro.  Rio la espera, hay bajas importantes en la rama femenina, por eso quizás una nueva medalla esté más cerca de lo que imagina.