Jesús Ribero: «El club es mi vida»

Es sin dudas el funcionario más antiguo del Carrasco Lawn Tennis. Uno que lo
conoce desde hace «añares» sabe de las horas que dedica a su función. Tenis
Plus dialogó con Jesús Ribero, encargado de las canchas del C.L.T.C., para que
nos cuente sus ricas vivencias del club de la Avenida Arocena.

TP: Jesús…¿desde cuándo en el Club?
JR: Hace 62 años que ando por acá. Empecé a los 6 años como junta pelotas y de
a poco fui escalando posiciones. Estuve mucho tiempo en el vestuario masculino,
luego en reserva de canchas y finalmente pasé a las canchas. También cuando
había cine con pantalla gigante en el Millington Drake era boletero al igual que para
las murgas del «Negro» Prieto. También trabajé en secretaría ayudando a un
secretario haciendo los recibos para la cobranza. Pasé por todos los lugares..
jeje…

TP: Se te olvidó decir que jugaste al tenis…
JR: Jugué al tenis claro. Jugaba por el Club junto a mi hermano José. Era un
jugador del montón, mi hermano siempre me ganaba. Me ofrecieron ser profesor
pero no quise y mi hermano sí enganchó en esa función. Mis dos deportes siempre
fueron el tenis y el fútbol los cuales me encanta seguir y en fútbol por supuesto a
mi querido Nacional.

TP: ¿Cómo empezaste en el mantenimiento de las canchas de polvo de ladrillo?
JR: Mi padre trabajaba en las canchas y mi madre en el vestuario de damas. Un
día me pasaron con mi padre y allí quedé hasta el día de hoy ya como encargado.

TP: ¿Qué recordás del viejo «Clubcito»?
JR: Era hermoso, nos conocíamos todos, tanto funcionarios como socios, que
obviamente eran muchos menos que ahora, bueno a tí Sergio te recuerdo de niño
de venir por el Lawn. Nunca me imaginé que el Club iba a crecer tanto y convertirse
en lo que es hoy. Miro la cancha 10 y me viene a la mente como era antes y me
parece increíble.

TP: ¿En el mantenimiento de las canchas cambiaron mucho los métodos?
JR: Sí, sin dudas. Antes era todo a pulmón, no había máquinas y todo se hacía a
puro «sudor». Teníamos los pesados cilindros de hormigón que te dejaban
temblando el cuerpo luego de pasarlos por las canchas. Hoy tenemos todo,
maquinaria y riego de primera.

TP: Viviste toda la época del estadio Millington Drake…
JR: Era el estadio del Club con mucha historia.
Estaba ubicado donde está el gimnasio grande y ahí se vieron jugar a los grandes
jugadores de esa época como el argentino Enrique Morea, nuestro Arsenio
Motolko entre otros. Los pelotazos que recibí en esa cancha haciendo de junta
pelotas aún los recuerdo. Fue una lástima que hubiera que demolerlo. Luego en
ese lugar se construyeron 3 canchas muy mal orientadas las A, B y C pero que
también marcaron su época.

TP: ¿Qué tenistas te generan recuerdos?
JR: En la década del 70 las 2 venidas de Guillermo Vilas fueron un furor, también
«Batata» Clerc, Renée Richards, Ricardo Cano, Fiorella, Roverano, Pinet, Barriola,
Diego, Chelo. Me acuerdo que varios de ellos se alojaban en las habitaciones que
había abajo de la tribuna de la cancha 10 donde hoy hay oficinas.

TP: ¿Los tenistas te pedían que prepararas la cancha a su gusto?
JR: Sí, cada uno tenía y tiene sus gustos. A veces la pedían más húmeda, más
seca, con más polvo y siempre tratamos de mimarlos.

TP: ¿Hoy con cuánta gente trabajás en las canchas?
JR: Somos 14 personas para mantener las 22 canchas con las que hoy cuenta el
Club. Antes eran 7 canchas y éramos muy pocos. Me acuerdo que la cancha 13
era un camino de paso y también recuerdo cuando hicimos la cancha 16 que era
de dobles, un día paró un auto y era el Intendente de Montevideo Víctor Rachetti
quien me dio 3 horas para correr la cancha ya que habíamos invadido la vereda de
Divina Comedia. Nos pusimos a trabajar y quedó la cancha 16 pero de singles tal
como está hoy. También me viene a la mente cuando construimos el sector de las
canchas 17 a la 22 que lo hicimos en tiempo récord trabajando día y noche.

TP: ¿Qué partidos de tenis recordás?
JR: Obviamente son los de la cancha 10 que pasó a ser el estadio del Club. Me
acuerdo de aquellas Copas Davis de Diego Pérez ante Perú y Argentina que fueron
electrizantes. Tengo una raqueta Puma que me regaló Diego y aún conservo.

TP: ¿Cuándo tenés pensado retirarte?
JR: Creo que en el 2014, ando con ganas pero también con tristeza ya que para mí
el Club es mi vida. Son muchos años de venir todos los días para acá. Empecé
viniendo con mis padres y hermanos y hoy espero que mi hijo Johny continúe la
tradición.